miércoles, 27 de febrero de 2013

Cuarta Sección: Otros cuerpos y ciertas médulas - Parte 2















Allí, bajo la cárcel, la fábrica del llanto,
el telar de la lágrima que no ha de ser estéril,
el casco de los odios y de las esperanzas,
fabrican, tejen, hunden.

De: Las cárceles

Miguel Hernández

(España: 1910-1942)
Poeta peregrino de las cárceles en la Guerra Civil Española. A los treintaiún años de edad muere a raíz de la tuberculosis adquirida en aquellas mazmorras.






Te has despertado
¿Dónde estás?
En tu casa
Todavía no te has acostumbrado
a encontrarte en tu casa
al despertar
Es ésta una torpeza (una entre tantas)
que trece años de cárcel te han dejado.
¿Quién está acostada a tu lado?
No, no es la soledad

De: El despertar


Nazım Hikmet Ran
(Salónica: 1901 - 1963)

Poeta y dramaturgo turco, acusado de asociación ilegal fue condenado a 28 años y 4 meses de prisión, de los que cumplió doce gracias a una importante campaña internacional que pedía su liberación.








(...) “Mientras, a consecuencia de las leyes y de las costumbres, exista una condenación social que cree artificialmente infiernos en plena civilización, y enturbie con una fatalidad humana el destino, que es divino (...) los libros de igual naturaleza que éste podrán no ser inútiles.” (...)
  
De: Los Miserables 
De: Víctor Hugo
(Francia: 1802-  1885)








 Si has perdido tu casa, 
despistaremos a los guardianes de la cárcel 
hasta dejarlos con su sombra y sin sus muros. 
...
Si has perdido tus límites, 
recorreremos el cruento laberinto 
hasta alzar otra forma desde el fondo. 
...
Solamente si has perdido tu pérdida, 
cortaremos el hilo 
para empezar de nuevo.


De: Si has perdido


De: Roberto Juarroz
(Argentina: 1925-1995)







(...) “La palabra es la única compañía del castigado y es también su peor enemigo. A la bestia le basta con comer, beber agua, dormir algunas horas. En cambio la palabra no cesa de hostigar a la pobre bestia. En la palabra están los recuerdos, las ilusiones, las preguntas incontestadas, lo que se hizo mal, lo que no se hizo y se debió haber hecho. En la palabra está el ser humano. (...) Entonces la palabra vuelve a ser la salvación, vuelve a crearlo todo: los pájaros cuyo nombre nunca conoció, una puesta de sol en la infancia, los árboles y su sombra, una cancioncita trivial, la leyenda de la Escuela Pitagórica sobre los números irracionales, un cuento de Dino Buzzatti donde hay un rey, un gol que vio hacer a su jugador favorito. Todo vuelve a ser, a existir por el poder del que, no teniendo nada, descubre otra vez que posee la palabra, que es la que todo lo crea.” (...)

De: El lenguaje de la soledad
Carlos Liscano
(Uruguay: 1949-   )
Detenido casi trece años por razones políticas durante la Dictadura cívico-militar. Luego vivó casi once años en Suecia. Publicó cuentos, novelas, poesía y teatro. Actualmente reside en Montevideo y escribe para el semanario Brecha y para El País; las Universidades europeas lo reclaman permanentemente como conferencista y asesor.











Todos saben bien que existen asilos de noche, mendigos, prostitutas, "soplones", criminales y otros elementos de perturbación. Pero se piensa ordinariamente en esto, como en algo lejano, existente en alguna parte, fuera de la sociedad propiamente dicha. Entre la clase obrera y sus parias, hay un muro y se piensa raramente en los miserables que se arrastran en el fango, al otro lado del muro. Y, en verdad, ningún obrero está garantizado contra el asilo, o el arenque podrido. Ahora, vigoroso todavía, honesto, trabajador, ¿qué devendrá mañana si ya no es recibido en su trabajo porque habrá alcanzado el fatal límite de edad o que su patrón lo declara inutilizable? ¿Qué será de esta vida si mañana cae víctima de un accidente que hará de él un inválido, un mendigo? Se dice: las gentes fracasadas en el asilo, no son en su mayor parte más que débiles y malos elementos. Viejos con el espíritu débil, jóvenes criminales, de atenuada responsabilidad. Es posible, pero los malos elementos de las clases superiores no caen nunca en el asilo sino son enviados a los sanatorios o al servicio de las colonias donde puedan satisfacer con toda libertad sus perversos instintos en las personas de los negros y de las negras. Ancianas reinas y grandes duquesas que devienen idiotas, pasan el resto de sus días en palacios suntuosos rodeadas de una muchedumbre de respetuosos servidores. Es así como se acaba la existencia reservada al proletario en la sociedad capitalista. Apenas sale de la infancia, comienza como un obrero trabajador y honesto en el infierno del servicio paciente y cotidiano en provecho del capital. Por millones y decenas de millones la recolección de oro se aumenta en las granjas de los capitalistas. Una ola de riquezas de más en más formidable se vierte en los Bancos y las bolsas de valores. En tanto, los obreros en masas grises y silenciosas atraviesan cada tarde las puertas de las usinas y de las construcciones, coma las pasaron en las mañanas, miserables, vagabundos, comerciantes eternos que llevan al mercado el solo bien que poseen: su propia piel. Todos los años, millares de existencias proletarias, se desplazan así, fuera de las condiciones de existencia normal de la clase obrera, hacia los bajos fondos de la miseria. Se desplazan insensiblemente como un sedimento, sobre el suelo de la sociedad, igual que las sustancias inútiles, de los que el capital no puede sacar ya ningún provecho: igual que un montón de basura humana que la sociedad barre despiadadamente con su escoba de fierro. El brazo de la ley, el hambre y el frío proceden aquí a su entera comodidad. Y en fin de cuentas, la sociedad burguesa tiende a sus parias la copa de veneno que hace desaparecer.

De: Navidad en el Asilo de Noche
  
Rosa Luxemburgo
( Polonia: 1871 – 1919) 
 Filósofa, política y revolucionaria que padeció varias condenas de prisión.







(...)Yo no soy aquí más que un grillo que no se rompe entre otros mil que no se han roto tampoco. Yo no soy aquí más que una gota de sangre caliente en un montón de sangre coagulada. Si meses antes era mi vida un beso de mi madre, y mi gloria mis sueños de colegio; si era mi vida entonces el temor de no besarla nunca, y la angustia, de haberlos perdido, ¿qué me importa? El desprecio con que acallo estas angustias vale más que todas mis glorias pasadas. El orgullo con que agito estas cadenas, valdrá más que todas mis glorias futuras; (...) ¿A qué hablar de mí mismo, ahora que hablo de sufrimiento, si otros han sufrido más que yo? Cuando otros lloran sangre, ¿qué derecho tengo yo para llorar lágrimas?
De: El presidio político


José Martí
(Cuba: 1853-1895) 
Involucrado ya a los dieciséis años en la lucha contra el dominio español, es juzgado y condenado a trabajos forzados en prisión. El Presidio político recoge las brutales experiencias allí sufridas.





Hay gente que mira al sol todos los días
y se enorgullece.
"No valen mucho sus rayos" -dicen.
Pero yo,
entonces,
por un rayito de sol amarillo,
reflejado sobre mi pared,
hubiera dado todo en el mundo.

De: Adolescente
Vladimir Maiacovski
(Rusia: 1893-1930)


Militante del partido bolchevique en la Rusia prerrevolucionaria, detenido por primera vez en 1907, apenas con 13 años, acusado de formar parte de la imprenta clandestina del Partido. A causa de su edad, fue puesto en libertad bajo vigilancia especial de la policía que le controla estrechamente y sigue sus pasos por todo Moscú. Luego será detenido otras dos veces, la última de ellas en 1909 por organizar una fuga de unas mujeres encarceladas, por lo que cumple un año de prisión. Tenía sólo 17 años de edad.
En prisión entra en contacto con hombres vencidos y humillados, pero que, al contrario de los campesinos, no se resignan con su suerte y soportan la adversidad con un gesto de orgullo. Lee con desesperación, de una forma indiscriminada, todos los libros que caen en su mano, los permitidos y los que circulan clandestinamente entre los reclusos. Medita largamente sobre el contenido de sus lecturas y saca de ellas conclusiones que compara con su propia y peculiar manera de concebir la vida y con la situación caótica de su país.






Ramón Mataojo fue el primer charrúa llevado a Francia, en virtud del Decreto del 10.05.31 del gobierno de Fructuoso Rivera. Por el mismo se donaba a Capitanes de Barcos de ultramar a los Charrúas prisioneros. El nombre Ramón era común entre los charrúas, aún cuando puede haberlo adoptado, voluntaria o compulsivamente, o ser el de quien lo apresó. El apellido, sin duda, identifica el lugar donde fue hecho prisionero, es decir el arroyo Mataojo Grande, una de las batidas dirigidas por el entonces  Presidente. Cuando fue embarcado se le rapó y se le impusieron vestimentas de marino.

De El último charrúa (De Salsipuedes a la actualidad) 
De: Rodolfo Martínez Barbosa








 Según. El que sabe cómo fue es él...

-Sí. Pero la cárcel...

-Eso no es nada. Yo le digo porque sé... Feo es dormir con un muerto abajo la almohada... Si usted mata pa defenderse el muerto se va... Si no, se queda... La justicia es usted ¿no le parece?

-Eso sí... Pero...

Callaron un momento. Luego preguntó el viejito:

-¿Usted conoció algún caso?

-Sí. Me tocó a mí. Tuve preso y después salí... Y sí le digo que no me acuerdo de la cara ni del nombre del muerto, no le miento...

Y tras un silencio:

-Bueno... Si las cosas no entraran y salieran de uno... ¡Dios nos libre!

De: Dos viejos

Juan José Morosoli
Uruguayo (1899-1957)





 (...) “Desde que estoy aquí vivo en un sueño del orden. Nadie critica mi conducta desmedida. Al contrario, entre los presidiarios soy una persona encantadora, mi inteligencia es extraordinaria. Soy una autoridad literaria, escribo las cartas de los vigilantes. Todo el mundo me admira. Yo, que en el mundo de los justos era un mediocre, en el de los injustos soy un verdadero genio moral, un intelectual de altos vuelos. No hago nada por dinero, sino por alabanza y autoadmiración. Trabajo otra vez como sastre. Ah, la vida espléndida del trabajo, mi alma es una aguja finísima, vuela horas enteras, entra y sale por semanas, zumba como una abeja diligente. Y en mi cabeza hay tan poco como adentro de una tumba, y las abejas zumban.” (...)

De: El sastre

De: Robert Musil
(Autria: 1880-1942)







"El capitalismo ha creado, desde que reina en forma absoluta, las condiciones que permiten demasiado a menudo y trágicamente  la asimilación del pobre, del proletario y del deportado, asociados en una comunidad de destino, despojados de su individualidad, sometidos, sujetos, sin esperanza de dejar las prisiones en las que se pudren,  como quien expía una falta mayor, un pecado capital: el de salir a la luz, el de haber nacido"
De: Política del Rebelde.
De: Michel   Onfray. 






El fuero para el gran ladrón, la cárcel para el que roba un pan.
Pablo Neruda
(chileno: 1904-1973)







Cada uno vive dos vidas: la que dejó y se prolonga en los gemidos de las cárceles, en las celdas de tortura, a la que le tocó después, como un traje nuevo en el reparto.  Casi todos sienten que los pantalones les quedan cortos, les aprieta el cuello de la camisa y las mangas son demasiado anchas, pero está prohibido sangrar desnudo por las calles de las ciudades adoptivas.

De: Extranjería, exilio y xenofobia 
De: Cristina Peri Rossi
(Uruguay: 1941-   )






Sólo esta libertad nos conceden
los dioses: someternos
a su dominio por propia voluntad.
Vale más así hacerlo,
porque sólo en la ilusión de libertad
la libertad existe.

De: Sólo esta libertad nos conceden

Fernando Pessoa
(Portugal: 1988-1935)








-¿Me estás escuchando?
-Sí, pero no sé por qué esta noche no hago más que pensar en otra cosa.
-¿En qué?
-En nada, no me puedo concentrar...
-Pero, vamos, comunicate un poco.
-Pienso en mi compañera.
-¿Cómo se llama?
-No viene al caso. Mirá, yo no te hablo nunca de ella, pero pienso siempre en ella.
-¿Por qué no te escribe?
-¡Qué sabés si no me escribe! Yo te puedo decir que recibo cartas de otro y son de ella. ¿O vos me revisás las cosas a la hora del baño?
-Estás loco. Pero es que nunca me mostraste carta de ella.
-Bueno, es que yo no quiero hablar nunca de eso, pero no sé, ahora tenía ganas de comentarte una cosa... que cuando empezaste a contar que la pantera la sigue a la arquitecta, sentí miedo.
-¿Qué es lo que te asustó?
-No me dio miedo por mí sino por mi compañera.

De: El beso de la mujer araña

De: Manuel Puig
(Argentina: 1932-1990)








(...) “Estaban presos ahí los monos, nada menos que ellos, mona y mono; bien, mono y mono […] Monos, achimonos, estúpidos, viles e inocentes, con la inocencia de una puta de diez años de edad. Tan estúpidos como para no darse cuenta que los monos eran ellos y no nadie más, con todo y sus madres y sus hijos y los padres de sus padres. Se sabían hechos para vigilar, espiar y mirar en derredor, con el fin de que nadie pudiera salir de sus manos, ni de aquella ciudad y aquellas calles multiplicadas por todas partes[…]”

De: El Apando

De: José Revueltas
(Méjico: 1914 - 1976)


Escritor y guionista. Estuvo en prisión muchas veces por su activismo político, desde siendo casi un niño (a los 14-15 años) y aún era menor de edad cuando lo enviaron por primera vez a la cárcel de máxima seguridad en ese entonces: las Islas Marías. Participó en el Movimiento Ferrocarrilero en 1958, donde también lo apresaron. En 1968 fue acusado de ser el "autor intelectual" del movimiento estudiantil de México, que culminó con la Matanza de Tlatelolco, por lo cual lo apresaron y enviaron a la cárcel de Lecumberri (El Palacio Negro), lugar desde el cual escribió una de sus más refinadas novelas: El Apando. José Revueltas fue un revolucionario a partir de sí mismo, pues practicó la que luego sería su propuesta pedagógica más importante: la Autogestión Académica, producto de su propia forma de estudiar la realidad mediante el conocimiento teórico que proporciona la lectura. Para lo cual se salió de la escuela secundaria porque iban muy lento y se dedicó, desde entonces, a visitar bibliotecas y adquirir libros.








La justicia es como las serpientes:
sólo muerde a los descalzos.

Arnulfo Romero
(El Salvador: 1917-1980)








"Quiera Dios que nuestros gritos se escondan
bajo las almohadas de los que no saben,
de los que saben y callan, de los que no quieren saber."

De: Las cartas que no llegaron

De: Mauricio Rosencof
(Uruguay: 1933-   )

 Al igual que tantos uruguayos, debió soportar el horror de la dictadura que gobernó Uruguay entre 1973 y 1985. Pero Mauricio, por pertenecer a la dirección del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros (MLN), ingresó antes en prisión. Fue uno de los nueve rehenes de la dictadura. Soportó las torturas más crueles, tanto físicas como psíquicas. Estuvo varios años enterrado en un pozo de 2 metros x 1.








Un pirata es capturado por Alejandro Magno, quien le preguntó. "¿Cómo osas molestar al mar"?
"¿Cómo osas tú molestar al mundo entero”? -replicó el pirata-. Yo tengo un pequeño barco, por eso me llaman ladrón. Tú tienes toda una flota, por eso te llaman emperador".


San Agustín







(...) “No bajaré la suave pendiente que está al otro lado de las murallas, detrás de la puerta. He preferido saltar. Sea como sea, estoy abajo, no muy lejos de la carretera. Tengo que llegar hasta allí, no quiero que me recojan a dos pasos del muro.
..........Todavía están lejos el sitio y la tarde en que volveré a ver a Rolande. Primero debo arrastrar hasta la carretera este bulto que no me deja andar... dos veces, tres veces, intento apoyar el pie: el rayo se despierta, me atraviesa la pierna.
..........Ya que los pies son inútiles, andaré con los codos y las rodillas. Me arrastro veinte metros, tropiezo con la maleza, vuelvo a las piedras, intentando orientarme.
..........Ha debido pasar otro siglo, no reconozco nada.” (...)


El astrágalo

Albertine Sarrazin
(Argel: 1937-1967)
Albertine Sarrazin fue hija ilegítima de un médico militar y su empleada doméstica; el padre la adoptó luego sin confesar su vinculación. A los diez años, la niña fue violada, hecho que determinó que fuera internada en un reformatorio. Protagonizó desde entonces una vida inquieta y aventurera que la condujo a la delincuencia y a la cárcel. En un intento de fuga se rompió el astrágalo; un paseante la socorrió y con él – Julién Sarrazin-  contrajo matrimonio dos años después. La obra compila las cartas que Albertine le escribió desde la cárcel durante los años 1958 y 1959.  Destrozada por el alcohol, murió en una clínica de Montpellier, cuando no había cumplido aún los treinta años.








Todos los participantes se desarrollan al generar y enriquecer la escuela como espacio social-educativo dentro de un sistema “cerrado”, no solamente los reclusos, también los docentes, que se comprometen y se responsabilizan socialmente con su acción pedagógica, se replantean el tipo de ser humanos y de sociedad que se quiere, se obligan a buscar estrategias didácticas en las que el conocimiento sea construido socialmente, descubren que todos traemos dentro una utopía, movilizadora y creadora, que todos deseamos un mundo más justo, más solidario, en donde tengamos siempre presente la condición de “ser humanos”.

Francisco José Scarfó
De: Educación pública de adultos en las cárceles: garantía de un derecho humano







Bajo un gobierno que encarcele a alguien injustamente, el sitio adecuado para una persona justa es también la cárcel.

Henry David Thoreau
(Estados Unidos: 1817-1862) 

Escritor, trascendentalista, y filósofo anarquista estadounidense famoso por Walden y su tratado La desobediencia civil.
Thoreau fue agrimensor, naturalista, conferenciante y fabricante de lápices. Además de uno de los padres fundadores de la literatura norteamericana, hoy día se le considera un pionero de la ecología y de la ética medioambientalista.
En 1846, Thoreau se negó a pagar impuestos debido a su oposición a la guerra contra México y a la esclavitud en Estados Unidos, por lo que fue condenado a prisión. De este hecho nació su tratado La desobediencia civil, pionero al proponer algunas ideas como el pacifismo y la no violencia que resurgirían con fuerza en el altermundismo del siglo XX.








“Amorosa llavera de innumerables llaves,
si estuvieras aquí, si vieras, hasta
qué hora son cuatro estas paredes.”

De: ¡Oh, las cuatro paredes de la celda!

César Vallejo
(Perú: 1892-1938) 
El domingo 1º de agosto de 1920 se inició con una procesión y se cerró con sangre: varias personas protagonizaron desórdenes, y una importante tienda de la ciudad fue incendiada. Por razones inexplicables, Vallejo se ve acusado de participar en el atentado y se inicia una acción penal en su contra. En noviembre es detenido en la Cárcel de Trujillo, en donde pasará 112 días de prisión hasta que lo liberen bajo el régimen de libertad provisional. Años más tarde se referirá a este hecho como el más traumático de su vida. En la cárcel escribió varios de los poemas que aparecerán editados en 1922, en Trilce (Talleres tipográficos de la Penitenciaría, Lima, 1922.)








La independencia siempre fue mi deseo;
la dependencia siempre fue mi destino.

Paul Verlaine
(Francia: 1844-1896) 
Uno de los mejores poetas del XIX. En una riña en plena calle, hiere de un tiro a Rimbaud y es condenado a dos años de prisión. Allí elabora la base de un libro que no terminará de escribir nunca: Carcelariamente; la crisis existencial sufrida durante ese período le inspiran “Romanzas sin palabras”.






Si yo fuera descendiente de Hugo Capeto,
que salió de familia de carniceros,
a través del trapo, no me hubieran
hecho beber en aquel matadero *.
¿Entendéis bien el sentido?
Pero cuando la pena arbitraria
con trampas me impusieron,
¿era tiempo de que me callara?

¿Creéis que, bajo mi gorro,
no había tanta filosofía
como para decir: "Apelo"?
La había, os lo certifico,
aunque no me fío demasiado.
Cuando se me dijo, en presencia del notario:
"Seréis ahorcado", os aseguro
¿era tiempo de que me callara?

(* Alusión al suplicio del agua, recordado por el poeta en otros lugares de su obra.)

De: Preguntas al clérigo del postigo* *(El clérigo del postigo era el guardián de la puerta de prisión y estaba a las órdenes del alcaide. Llevaba registro de cuantos delincuentes entraban en la prisión; posiblemente, aconsejó a Villon que no apelara, pues sería en vano.) 
De: Francois Villon
(Francia: 1431-1464?)

François de Montcorbier, verdadero nombre del poeta, inaugura, según la mayoría de los críticos,  la nómina  de los malditos. Vino al mundo en una familia pobre, aunque su protector, el clérigo Guillame de Villon impulsará los estudios eclesiásticos de François. En agradecimiento a él, a quien calificará de "más que un padre" el joven tomará su nombre. Sus días de estudiante constituyen la gran incógnita de su biografía, pero cabe suponer que fue entonces cuando empezó a frecuentar burdeles y tabernas. Maestro en Artes por la Universidad de París y ya hecho a la vida goliarda, alborotador y pendenciero, en una de sus frecuentes trifulcas dará muerte a otro clérigo, Philippe Sermoise -según todos los indicios en defensa propia-; en otra, recibirá una puñalada que le dejará el labio partido para el resto de su azarosa vida. Luego, en compañía de otros, perpetran un atraco en el Colegio de Navarra de París, de donde obtienen un botín de 1500 escudos de oro. Delatado en la primavera de 1457 por uno de sus compinches, Villon habrá de huir de la justicia parisina, pero tiempo después es encarcelado y torturado reiteradamente en la prisión de Meung-sur-Loire por sus vagabundeos con un grupo de actores, profesión perseguida por la Iglesia en aquellos días. Liberado, volverá a dar con sus huesos en la cárcel. El robo en el Colegio de Navarra aún no había sido olvidado en París. Semanas después, tras jurar que devolverá el dinero, es puesto en libertad. No pasará un mes antes de que sea condenado a la horca tras ser reconocido en una pelea de taberna, en la que habrá varios heridos. Sin embargo, se le conmutará la pena capital por el destierro. Nada se sabe de su vida a partir de entonces.







No sé si las leyes son correctas
o si las leyes se equivocan
Todo lo que sabemos los que estamos en prisión
es que el muro es grueso
que cada día es como un año
un año que tiene largos días.
Pero esto sí sé, que toda ley
que los hombres han hecho para el Hombre
desde que el primer hombre tomó la vida de su hermano
y el triste mundo comenzó,
no hacen sino paja el trigo y preservan la escoria
con un malvado abanico.

Esto también sé, y bueno sería
si cada uno lo supiera
que toda prisión que los hombres hacen
se hace con ladrillos de vergüenza
y se cierra con barras para que Cristo no vea
cómo los hombres mutilan a sus hermanos.

De: Balada de la Cárcel de Reading
Oscar Wilde.
(Irlanda: 1854 -1900) 
En 1895, en la cima de su carrera, se convirtió en la figura central del más sonado proceso judicial del siglo, que consiguió escandalizar a la clase media de la Inglaterra victoriana . Wilde, que había mantenido una íntima amistad con Lord Alfred Douglas (conocido como Bosie), fue acusado por el padre de éste, el marqués de Queensberry, de sodomía. Se le declaró culpable en el juicio, celebrado en 1895, y, condenado a dos años de trabajos forzados, salió de la prisión arruinado material y espiritualmente. Su peripecia en prisión fue descrita en dos obras: De Profundis, extensa carta llena de resentimiento dirigida a Lord Alfred Douglas al final de su estancia en prisión, y The Ballad of Reading Gaol, poema donde el ahorcamiento de un compañero sirve como excusa para describir íntimos sentimientos sobre el mundo carcelario.






El hombre se siente encerrado
en la prisión de las circunstancias y,
al mismo tiempo,
anhela interiormente la libertad:
en esto consiste
el aspecto dilemático de la condición humana.


María Zambrano
(España: 1904-1991)










(...) “como persona, como mujer y como esposa, la mujer no tiene la menor posibilidad de desarrollar su individualidad. Para su tarea de mujer y madre sólo le quedan las migajas que la producción capitalista deja caer al suelo»


Clara Zetkin
(Alemania: 1857-1933)


Política socialista  de gran influencia y activa combatiente a favor de los derechos de las mujeres, consiguió el derecho al voto de la mujer alemana y que el 8 de marzo fuera considerado Día Internacional de la Mujer. En su lucha contra la guerra, lanzó un llamamiento a las mujeres socialistas y convocó a la III Conferencia Internacional que sesionó en la ciudad suiza de Berna (marzo 1915), donde se reunieron 8 países europeos. Durante ese encuentro, la guerra imperialista fue condenada con la consigna “guerra a la guerra” y por ello fue encarcelada junto a Rosa Luxemburgo. Al año siguiente se le prohibió hablar en público y fue excluida del Partido Socialdemócrata Alemán. Una vez fuera de la cárcel, Clara junto a otros disidentes opuestos a la guerra, fundaron la 'Liga Espartaco.














Cuarta Sección: Otros cuerpos y ciertas médulas testimonian...







(...) Uno se va a morir,
mañana,
un año,
un mes sin pétalos dormidos;
disperso va a quedar bajo la tierra
y vendrán nuevos hombres
pidiendo panoramas.

Preguntarán qué fuimos,
quiénes con llamas puras les antecedieron,
a quiénes maldecir con el recuerdo.

Bien.
Eso hacemos:
custodiamos para ellos
el tiempo que nos toca” (...)

Roque Dalton
(En: Por qué escribimos)










El 20 de septiembre de 1840,  muerto el dictador Francia, 
el Presidente de la Junta Militar inmediatamente constituida, 
Manuel Antonio Ortiz, ordena:

“Los representantes de la República prevenimos a Ud. que inmediatamente al recibo de esta orden ponga
la persona del bandido José Artigas en seguras prisiones,
hasta otra disposición de este Gobierno Provisional y dará cuenta sin dilación de haberlo así cumplido firmando con testigos”.

Ello se cumple a rajatabla, con grilletes y todo,
a pesar de que el héroe tenía 76 años por entonces.













Sólo oímos el odioso chirriar de llaves carceleras
Y del soldado el pesado paso
.......................................
Mas la esperanza a lo lejos canta cierta...

De “Despedida”


Anna Ajmátova o Anna Andréyevna Gorenko
(Odessa- 1889-1966)


Su primer marido fue acusado de conspiración y fusilado. Más tarde, su hijo será también arrestado y deportado. Y su último marido moriría de agotamiento en un campo de concentración.
Los poemas de Anna se prohibieron, fue acusada de traición y deportada. Por temor a que fusilaran a su hijo quemó todos sus papeles personales. Al regresar a Leningrado en la década del 40, la persecución política continuó pero ella renunció al silencio y continuó escribiendo sus poemas, donde consignaba que en aquella Unión Soviética los únicos que estaban en paz eran los difuntos y que los vivos pasaban su vida yendo de un campo de concentración a otro.













"...he triunfado sobre la vida y sobre la muerte porque ya no deseo vivir y tampoco me asusta morir. No deseo nada. No espero nada. No temo nada. Y, en consecuencia, soy libre. No me condenáis por un asesinato sino porque estoy diciendo la verdad, y la verdad es salvaje y peligrosa".

De: Mujer en punto cero


Nawal al-Sa'dawi
(Egipto: 1932-   )

Escritora, médica siquiatra, feminista. En 1981, fue detenida y enviada a prisión junto con otr@s intelectuales bajo la dictadura de Anwar El Sadat.  La escritora conoció a la protagonista de Mujer en Punto Cero (una de sus tantas obras) en la cárcel de mujeres de Qanatir en Egipto: Firdaus estaba a punto de ser ejecutada por haber matado a un proxeneta y haberse negado a aceptar el indulto.
Entrevistada por decenas de medios, Nawal siempre sostiene: “Soy optimista. La esperanza es poder. Los optimistas hacen la Historia, no la gente que se desespera: quienes se desesperan no hacen nada. Cuando estuve en la cárcel, era muy optimista, estaba llena de esperanza, algo que nunca he perdido en mi vida y por eso he sobrevivido, porque la esperanza es poder. Tenemos que hacer nuestro trabajo como ciudadanos. La gente es pasiva, a algunos sólo les importa su carrera y se preguntan por qué deben sacrificarse por los demás. Los medios de comunicación y el sistema educativo ponen un velo sobre las mentes. Este el más grave, y por eso la gente se vuelve pasiva: no conocen al enemigo y no saben contra quién hay que luchar”.











Se nos confinaba desde las seis de la tarde a las seis de la mañana en una celda parecida a un nicho, cuyas paredes laterales uno podía tocar abriendo los brazos. Allí, mientras había luz, o sea hasta las nueve, me entretenía tomando notas de mis impresiones diarias y escribiendo cuanto se me ocurría.
De "Duelo de caballeros"


Ciro Alegría
(Perú: 1909-1967)

Se comprometió temprano en la lucha política como miembro de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA). Su militancia en la APRA le valdrían dos estancias en prisión (en 1931 y en 1933).






 Soledad de la reja sola
pena negra del crepúsculo.
Soledad de aldaba,
de cerrojo, de candado.
Pena azul de las madrugadas.
Soledad de campo
y ciudad lejos.
Pena blanca de la alborada.                             


Ana Amorós
(Uruguay: contemporánea)

El 20 de Julio de 1972, fue detenida por las Fuerzas Conjuntas, en su casa de la calle Ramón Márquez , más tarde procesada, salió a fines de 1976 por “gracia” al estar con una enfermedad a la columna que la Cruz Roja francesa consideró para la solicitud de su libertad. 








Por eso aquí entre rejas,
en diecinueve inviernos
perdí mis primaveras.
Preso desde mi infancia
y a muerte mi condena,
mis hojas van secando
su luz contra las piedras.

De Decidme cómo es un árbol

Marcos Ana
(seudónimo de Fernando Macarró Castillo)
(Salamanca: 1920- )

Poeta comprometido, preso 23 años en la cárcel por motivos políticos bajo el régimen fascista de Franco.








 El verano. Yo, dentro del morro, brinco de un lado a otro. Me asomo entre la reja y miro al puerto hirviendo. Y me pongo a gritar que me lancen de cabeza al mar. 
El verano. La fiebre del calor ha puesto de mala sangre a los carceleros que, molestos por mis gritos, entran a mi celda y me muelen a golpes. Pido a Dios que me conceda una prueba de su existencia mandándome la muerte. Pero dudo que me oiga. De estar Dios aquí se hubiera vuelto loco.
El verano. Las paredes de mi celda van cambiando de color, y de rosado pasan a rojo, y de rojo al rojo vino, y de rojo vino a negro brillante... el suelo empieza también a brillar como un espejo, y del techo se desprenden las primeras chispas. Solo dándole brincos me puedo sostener, pero en cuanto vuelvo a apoyar los pies siento que se me achicharran. Doy brincos. Doy brincos. Doy brincos.
 (…)
Pero las revoluciones no se hacen en las cárceles, si bien es cierto que generalmente allí es donde se engendran. Se necesita tanta acumulación de odio, tantos golpes de cimitarra y redobles de bofetadas, para al fin iniciar este interminable y ascendente proceso de derrumbe.

De
El mundo alucinante (fragmento)


Reinaldo Arenas
(Cuba: 1943-1990)
Opositor a l régimen de Batista y también al de Fidel Castro, por cuanto a pesar de haber colaborado con la revolución cubana, fue excluido y perseguido por su condición de homosexual.  Padeció tortura en la prisión de El Morro.





 La infamia que llevamos nosotros marcada sobre el hombro, es menor que la que hay en sus corazones,
miembros sin vigor de una sociedad gangrenada;
el mejor de ustedes no puede compararse conmigo. 
De: Papá Goriot

De: Honoré de Balzac
(Francia: 1799-1850)







 Spleen

Cuando el cielo, plomizo como una losa, oprime
Al gemebundo espíritu, presa de hastío inmenso,
y abarcando la curva total del horizonte
nos vuelca un día oscuro más triste que las noches;

Cuando en fría mazmorra la tierra se convierte,
Y la Esperanza como un siniestro murciélago
Va rozando los muros con sus tímidas alas,
Golpeándose la testa en los techos podridos;
(...)

Hay campanas que saltan, de repente, furiosas
Y hacia el cielo levantan un horrible alarido,
Cual si fuesen espíritus errantes y sin patria
Que gemir se entregaran incansablemente

Y fúnebres carrozas, sin tambores ni música,
cruzan con paso lento por mi alma; la Esperanza
Derrotada solloza y la Angustia despótica,
En mi cráneo vencido iza su negra enseña.

De Las Flores del Mal

Charles Baudelaire
(Francia: 1821-1867)
Comprometido por su participación en la revolución de 1848, la publicación de Las flores del mal, en 1857, acabó de desatar la violenta polémica gestada en torno a su persona. Los poemas Las flores del Mal fueron considerados «ofensas a la moral pública y las buenas costumbres» y su autor fue procesado.









“Hay cierta fantasía y mitología popular que nace del desconocimiento, de suposiciones acerca de lo que es una cárcel y cómo son los presos. Creo que en parte el trabajo (...) y la existencia de un libro colectivo, pueden servir para que los elementos más espurios y mentirosos de esas fantasías que provienen de la ignorancia, las series norteamericanas o las publicaciones sensacionalistas , se acaben. Y salgan a la luz aquellos aspectos que nos unen, para luchar juntos en la transformación de nosotros mismos y de lo que nos rodea. Que los muros de una cárcel no sean una frontera donde la solidaridad humana se interrumpa...”

         De: Paloma de contrabando  - 

De: Diana Bellessi
(Argentina: 1946)









Uno no siempre hace lo que quiere

uno no siempre puede

por eso estoy aquí

mirándote y echándote de menos
por eso es que no puedo despeinarte el jopo

ni ayudarte con la tabla del nueve

ni acribillarte a pelotazos

vos sabés que tuve que elegir otros juegos

y que los jugué en serio


De: Hombre Preso que mira a su hijo
De: Mario Benedetti    (Uruguay: 1920-   )










Sólo gracias a aquellos sin esperanza
nos es dada la esperanza

Walter Benjamín

(Berlín: 1892-1940)











Marie Farrar, nacida en abril,
muerta en la prisión de Meissen
madre soltera, sentenciada, quiere
mostrarles los sufrimientos de todas las criaturas.
Ustedes que dan a luz en limpias
camas de maternidad y llaman
"benditos" a sus vientres preñados quieran
no condenar a los débiles perdidos
pues sus pecados fueron duros y su dolor fue grande.
Por eso, les ruego, se abstengan de juzgar
Pues toda criatura necesita ayuda de todas las demás.

De: La infanticida Marie Farrar

Bertolt Bretch
(Baviera: 1898-1956)
Bertold Brecha, poeta y dramaturgo perseguido por su ideología,  huyó de los nazis a través de Praga y Suiza. Primero llegó a Dinamarca, donde tuvo su período literariamente más productivo. En 1941 llegó a Estados Unidos, donde seis años más tarde, en el marco de la caza de comunistas, tuvo que comparecer ante el Comité de Actividades Antinorteamericanas liderado por el senador Joseph MacCarthy. Poco tiempo después abandonó el país. 











"Al matarlo a él quería matar mi mala suerte".

Así explicaba María Luisa Bombal (autora de dos famosas y bellas novelas: La amortajada, La última niebla) su desesperada decisión  de descargar ocho balas sobre el fornido cuerpo de Eulogio Sánchez, ingeniero y acaudalado miliciano republicano, con quien había vivido un romance apasionado y posesivo ocho años antes (él era casado y no cumplió con las clásicas y falsas promesas de divorcio). En el momento que realizó el disparo, el 27 de enero de 1941, a la salida del Hotel Crillón de Santiago, María Luisa se encontraba en una situación emocional de despecho, pues su prometido, el médico argentino Carlos Magnani, la había dejado plantada para casarse con otra. Bombal, en un proceso extraño de desplazamiento, descargó su contenida agresividad contra el primer hombre que no le había correspondido. Sánchez no murió ni levantó cargos en su contra. Fue condenada y obligada luego al exilio en Estados Unidos.










(...) me bajaron a una celda amarillo-naranja, era un sábado por la tarde, desde la ventana de la celda veía pasar a la gente caminando ¡qué suerte tenían! al otro lado de la calle, había una tienda de discos, un altavoz lanzaba música hacia mí. todo parecía tan libre y cómodo allá fuera, me quedé allí intentando descubrir lo que había hecho, me daban ganas de llorar, pero no conseguí averiguar nada, era una especie de enfermedad triste, de tristeza enferma, en que llega un momento en que ya no puedes sentirte peor, creo que sabes lo que quiero decir, creo que todo el mundo siente esto de vez en cuando, pero yo lo he sentido muy a menudo, demasiado a menudo(...)

De: En la cárcel con el enemigo público Nº 1
  
De: Charles Bukowski
(Alemania: 1920-Estados Unidos:1994)








“El infierno de los vivos no es algo por venir; hay uno, el que ya existe aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Hay dos maneras de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de dejar de verlo. La segunda es riesgosa y exige atención y aprendizaje continuos: buscar y saber quién y qué, en medio del infierno, no es infierno y hacer que dure y dejarle espacio”.
De: Las ciudades Invisibles

De: Italo Calvino
(Cuba: 1923-1985)








(...) “Había leído que en la cárcel se concluía por perder la noción del tiempo. Pero no tenía mucho sentido para mí. No había comprendido hasta qué punto los días podían ser a la vez largos y cortos. Largos para vivirlos sin duda, pero tan distendidos que concluían por desbordar unos sobre los otros. Perdían el nombre. Las palabras ayer y mañana eran las únicas que conservaban un sentido para mí”(...)
De El extranjero

Albert Camus
(Argelia: 1913-1960)











(...) Hallen en ti más compasión las lágrimas del pobre, pero no más justicia, que las informaciones del rico. Procura descubrir la verdad por entre las promesas y dádivas del rico, como por entre los sollozos e importunidades del pobre. Cuando pudiere y debiere tener lugar la equidad, no cargues todo el rigor de la ley al delincuente, que no es mejor la fama del juez riguroso que la del compasivo. Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea con el peso de la dádiva, sino con el de la misericordia. Cuando te sucediere juzgar algún pleito de algún tu enemigo, aparta las mientes de tu injuria y ponlas en la verdad del caso. No te ciegue la pasión propia en la causa ajena, que los yerros que en ella hicieres, las más veces, serán sin remedio; y si le tuvieren, será a costa de tu crédito, y aun de tu hacienda. ... al que has de castigar con obras no trates mal con palabras, pues le basta al desdichado la pena del suplicio, sin la añadidura de las malas razones. Al culpado que cayere debajo de tu jurisdicción considérale hombre miserable, sujeto a las condiciones de la depravada naturaleza nuestra, y en todo cuanto fuere de tu parte, sin hacer agravio a la contraria, muéstratele piadoso y clemente, porque, aunque los atributos de Dios todos son iguales, más resplandece y campea a nuestro ver el de la misericordia que el de la justicia  (...)

Don Quijote de la Mancha (Cap. 42- Parte II)

Miguel de Cervantes Saavedra
(España:1547-1616) 
Miguel de Cervantes  vivió la experiencia de la prisión en varias oportunidades.  La primera ocurrió en Argel. Cuando regresó, se  estableció en Sevilla donde trabajó como cobrador de impuestos, empleo que le acarreará numerosos problemas y disputas puesto que era el encargado de ir recaudándolos casa por casa; con ellos  se solventaban  las guerras en las que estaba inmiscuida España.  A raíz de la quiebra del Banco donde depositaba la recaudación, fu e encarcelado en  1597, acusado de  apropiación de estos fondos. En la prisión «engendró» Don Quijote de la Mancha. Su tercera reclusión documentada fue muy breve, en Castro del Río .





 A fines de julio de 1831, tres meses después del reparto posterior a Salsipuedes, la documentación policial de la época muestra cómo muchas de las indias adultas se encuentran en las calles de Montevideo, abandonadas por sus dueños, en estado de miseria extrema, terminando frecuentemente en la cárcel pública, sin saber el Gobierno qué hacer con ellas (A.G.N. Mont. Fondo Juzgado Civil, 4to.Turno. Exp. 131).
“Las indígenas retenidas en la cárcel por no tener dueños son 26 y 6 párvulos de edades que van de los 16 meses a los 24 días, indicándonos esto último, el nacimiento reciente de algunos de ellos, luego del arribo a Montevideo”. Todas estas mujeres son mayores de 25 años, según se expresa, y en general se trata de personas de edad muy avanzada. Solo cinco de éstas son ladinas, es decir hablan el castellano (A.G.N. Mont. Fondo Juzgado Civil, 4to.Tumo. Exp.131).

De: El ocaso del mundo indígena y las formas de integración a la sociedad urbana montevideana.
De: Leonel Cabrera Pérez e  Isabel Barreto Messano (ICA – FHCE – UdelaR)







 Para Foucault, en la sociedad moderna, la burguesía y el capitalismo crearon extensiones de control a través de los ‘aparatos de encierro’, que son instituciones que describen la actividad a través del tiempo social. Desde la escuela a la fábrica, desde la cárcel al manicomio,  los ‘aparatos de encierro’ marcan las fases del tiempo social y, a la vez, definen y controlan al individuo por la posición que adopta en esos espacios de estancia reglada.
El pensamiento de Foucault, en un tiempo donde determinados ‘aparatos de encierro’ convencionales han perdido su protagonismo, permite hacer una excursión hacia un nuevo escenario, el de los medios de comunicación, en especial el de la televisión, que absorben y regulan el período de descanso y ocio, como nuevo ‘aparato de encierro’. Desde esta óptica, la televisión aparece como una extensión del sistema productivo y procreador y no tanto como un medio generador de conocimiento, diversión y entretenimiento, o, aun siendo así, subordinado a una función reglada de control. La televisión, pues, más que mostrar, permite ver, es un elemento más del sistema ‘panóptico’ que describe Foucault, por ejemplo, cuando teoriza acerca de la estructura funcional de los recintos carcelarios.

BDN- Infoamérica- Cátedra UNESCO Universidad de Málaga







  
"¡Ay! Como ves, sueño con un sillón, el campo y Nescafé. Son sueños modestos. El corazón cede un poco, necesitaría aire y tónicos. Pobrecita mía querida, tan valiente en esta horrible tempestad, tan sola en el fondo. En fin, te tengo presente todos lo segundos, ya lo sabes. Vivimos sobre el filo del cuchillo. No me fío de las tribulaciones francesas, no les queda ni un céntimo, ni un ejército, ni moral, ni industria, son unos chulos y unos degenerados que dan náuseas, pero siempre coincidirán todos en su espantoso desorden, maravillosamente de acuerdo para torturar y atormentar a unos desdichados como nosotros. Se imaginan así, con su salvaje estupidez, que encuentran y castigan a los responsables de todos sus males. [...] Lo mejor sería que me consideraran gran mutilado y nervioso, cosa que es verdad. Mil besos, queridita mía."

De: Cartas de la cárcel
De: Louis-Ferdinand Céline (Francia: 1894-1961)

Seudónimo de Louis-Ferdinand Destouches- Novelista francés, creador de una obra en gran parte autobiográfica que revolucionó la narrativa de entreguerras por su libertad y crudeza. Tras la Segunda Guerra Mundial es condenado in absencia, estando en Dinamarca, a pena de muerte por su colaboracionismo durante la ocupación nazi en Francia, pena que le sería condonada. Escapó a Alemania, condenado después a un año en prisión y declarado desgracia nacional; volvió a Francia en 1951, tras su perdón.






 “La causa de la prisión es por haber sacado a una muchacha de su casa, mas si esta fuera de familia respetable desearía lo peor para él porque yo también tengo familia. Pero la muchacha es hija de una mujer que ha pasado de mano en mano y por eso su hija sigue el mismo camino (...) En vista de esto, espero se sirva pedir a la autoridad política la suspensión de la prisión del arriba mencionado para que pueda conducirme los cueros  a Montevideo, pues espero de la amistad que se me dispensa la orden de excarcelación para Camacho. Puede estar persuadido que si mi recomendado mereciera ser castigado por ningún principio le molestaría al respecto, mas como a la distancia la información que ha llegado al Juzgado no ha sido completa y engañada la autoridad no hizo más que cumplir  con su deber, hoy le hago saber la clase de persona que es la mencionada, creo saldrá servido (...) se despide José Martínez”.

Fragmento extraído de carta que figura en  Expediente “Doña Jacinta Rodríguez contra Francisco Camacho por rapto de la menor Paulina Rodríguez”, Tacuarembó, Archivo Nº 86, 1865.

Publicado en “Delitos de amores crueles” (Las mujeres uruguayas frente a la justicia: 1865-1911) de Carlos María Domínguez (escritor y periodista argentino, radicado en Montevideo.)






 Los garbanzos de la cabeza del títere aún estaban manchados de sangre. Elvira deshizo el muñeco ante los ojos sorprendidos de su abuelo, que observaba desde el otro lado del pasillo. Alzó el guante. La guardiana pasó de largo, suponiendo que la joven divertía a su abuelo con un juego, y continuó recorriendo el pasillo con paso firme y las manos enlazadas en la espalda. Cuando la funcionaria estuvo suficientemente alejada de ella, Elvira sacó los garbanzos manchados de sangre y se señaló las rodillas.
La distancia y la penumbra impidieron que el anciano viera las heridas de su nieta, aún abiertas.
La guardiana se detiene en seco. Gira la cabeza. Endurece el gesto. Grita: ¡Elvira, atrás! Reanuda la marcha lentamente y se dirige hacia Elvira apretando los labios en un mohín disfrazado de sonrisa. Retuerce los dedos sin retirar las manos de la espalda y vuelve a gritar:
—¡Elvira, atrás!

De: La voz dormida

De: Dulce Chacón
(España: 1954-2003)

Nacida en el seno de una familia tradicional, aunque más tarde sus ideales izquierdistas la llevaron a intentar desempolvar los archivos de los horrores durante la época de Franco o a oponerse al destrozo en Irak.









La vida es una marcha hacia la cárcel.
La verdadera literatura
debe enseñar a escapar
o
a prometer la libertad.


Antón Chéjov
                                                     (Rusia: 1860-1904)










(...) “La ventaja de la vida en común es que se vive, se habla, se pertenece a una nueva sociedad, si es que a eso se le puede llamar sociedad. Hay tantas cosas que decir, que escuchar y que hacer, que no queda tiempo para pensar. Al comprobar cómo el tiempo se difumina y pasa a segundo término con relación a la vida cotidiana, pienso que una vez llegado a los duros casi debe olvidarse quién se ha sido, por qué se ha ido a parar allí y cómo, para pensar tan sólo en una cosa: evadirse. Me equivocaba, pues lo más absorbente e importante es, sobre todo, mantenerse con vida. ¿Dónde están la bofia, el jurado, la Audiencia, los magistrados, mi mujer, mi padre, mis amigos? Están todos aquí, muy vivos, cada uno ocupando su lugar en mi corazón, pero diríase que a causa de la fiebre dela marcha, del gran salto a lo desconocido, de esas nuevas amistades y de esos diferentes tratos, diríase que no tiene tanta importancia como antes. Pero eso no es más que una simple impresión. Cuando quiera, en el momento que mi cerebro se digne abrir el cajón que a cada uno le corresponde, están de nuevo todos presentes.”(...)
 
De: Papillon

Henri Charrière
(Francia:1906 - 1973)

Charrière era un integrante de los bajos fondos de París, condenado a trabajos forzados a perpetuidad el 26 de octubre de 1931 por el asesinato de un proxeneta, Roland le Petit. Tras una breve estancia como preso en Caen, es trasladado a la isla del Diablo, donde verdaderamente da comienzo a su extraordinaria historia.
Escribió esta novela autobiógrafica en 1969, establecido en Venezuela aunque siempre fue considerado prófugo por la justicia francesa.







  
Y cuando pienso en la patria / tan lejana, tan lejana, el dolor ahoga mis versos/ que se levantan por ella

De: En el exilio


De: Nguyen Chi Thien
                                                     (Vietnam: ¿?)
Pasó 23 años recluido por “tratar de desacreditar el régimen escribiendo poesía romántica”. Fue declarado por ello “ciudadano subdesarrollado” que debía ser reeducado.








"Si mis enemigos tienen rencor, yo tengo paciencia. El ánimo, que está fuera de la jurisdicción de cerraduras y candados, se destaca desde la tierra al cielo y va y viene descansando de jornadas inmensas.Un año y diez meses ha que se ejecutó mi prisión a 7 de diciembre, víspera de la Concepción de Nuestra Señora, a las diez y media de la noche. Fui traído en el rigor del invierno, y sin una camisa, de sesenta y un años, a este Convento Real de San Marcos de León, donde he estado todo este tiempo en rigurosísima prisión, enfermo con tres heridas, que con los fríos y la vecindad de un río que tengo a la cabecera, se me han cancerado, y por falta de cirujano, no sin piedad me las han visto cauterizar por mis propias manos, tan pobre, que de limosna me han abrigado y entretenido la vida. El horror de mis trabajos ha espantado a todos..."
De: una de las últimas cartas que escribió desde la prisión
Francisco de Quevedo (España: 1580-1645).

Poeta y narrador. A raíz de intereses monárquicos y de una lealtad no reconocida, padeció prisión varias veces y sufrió una miseria atroz.








(...) “Conforme también dejo dicho en otro lugar, todos los reclusos se encontraban en el penal como fuera de su centro; no era aquél su propio domicilio, sino una posada o una venta donde se hallaban de paso en una etapa de su viaje. Estos hombres desterrados por toda su vida, parecían unos, agitados; otros, abatidos; pero todos soñaban con algo imposible. Esta inquietud constante, que rara vez dejaban traslucir el ardor y la impaciencia de sus esperanzas, involuntariamente exteriorizadas, pero de tal manera absurdas que más bien parecían manifestaciones del delirio, daban un aspecto y un carácter tan extraordinarios a aquel lugar siniestro, que constituían, a no dudar, toda su originalidad.” (...)
De: Memorias de la casa muerta


Fiódor Dostoyevski

(Rusia: 1821-1881)

Narrador condenado a prisión por integrar un grupo de estudio de obras prohibidas por el zar. Luego de cumplir cinco años de trabajos  forzados en Siberia, debió  servir como soldado por otro lapso, como parte de la pena. Inauguró la tradición de la autobiografía carcelaria.








  
(...) “Un fenómeno nuevo se constata, el de la conexión entre el sistema punitivo y la institución militar. Esta última practica la tortura, al tiempo que se ha convertido en la única vía que permite a los pobres, esencialmente a los negros, evitar la cárcel.”(...)

De: Autobiografía

Ángela Davis
(Estados Unidos, 1944- )

Docente,  activista afromericana. Procesada en su país por asesinato y secuestro y absuelta posteriormente.







 Los Cielos cultivan una Justicia
acaso muy nítida en la eternidad
pero que aquí, en la Tierra, nos resulta incomprensible.
  
De: La Puerta de la Misericordia 
De: Tomás de Mattos
(Uruguay: 1947-   )










 "Hoy, jueves 14 de diciembre de 1780, hace 1400 días, 200 semanas y casi 46 meses que estamos separados. He recibido sesenta y ocho provisiones por quincenas y cien cartas tuyas, y esta es la que hace 114 de las mías. (...) Si me remonto a la época de mis desgracias, de vez en cuando me parece oír a estas siete u ocho pelucas empolvadas de blanco, con quienes estoy en deuda, uno volviendo de acostarse con una joven honesta a la que deshonró, otro de hacerlo con la mujer de su amigo, éste escapándose totalmente avergonzado de un callejón, pues le perjudicaría mucho que alguien descubriese lo que acaba de hacer, aquel de allá huyendo de un tugurio a menudo mucho más infame aún. Me parece verlos, repito, colmados de lujuria y de crímenes, sentándose ante los documentos de mi proceso, y a su jefe exclamando lleno de entusiasmo por el patriotismo y el amor a la ley: ¡Cómo! ¡Voto al diablo, colegas míos! ¿Este pequeño aborto que no es ni presidente ni magistrado en el tribunal de cuentas, ha querido gozar como un consejero de la cámara alta? ¿Este pequeño hidalgo campesino ha osado creer que le estaba permitido parecerse a nosotros? ¡Vamos! ¡Es el colmo! Sin tener armiño ni ribete, se le metió en la cabeza que había una naturaleza para él, del mismo modo que para nosotros, como si la naturaleza pudiese ser analizada, violada, por otros que no sean los intérpretes de sus leyes y como si pudieran haber otras leyes que no fueran las nuestras. ¡La cárcel, voto a bríos! ¡La cárcel, señores! No hay más que eso en el mundo, sí, seis o siete años en un cuarto cerrado para ese pequeño insolente... Sólo allí, señores, es donde se aprende a respetar las leyes de la sociedad, y el mejor de todos los remedios para quien se atreve a infringirlas es obligarle a maldecirlas.

De una de las cartas  desde la cárcel de Vincennes.

De: Donatien Alphonse François de Sade, más conocido por su título de Marqués de Sade  (Francia: 1740-1814)

Encarcelado en innumerables oportunidades por “excesos libertinos con consecuencias graves sobre la integridad física de sus víctimas”, en prisión comenzó a escribir.
Pero hay otro Sade: cara distinta de la misma moneda. Es el que señalaron, Jean Paul Sartre y Simone de Baeuvoir. Esta última, en su ensayo sobre Sade, nos ofrece esta visión:
"En la soledad de los calabozos, Sade tuvo también su noche ética parecida a la noche intelectual con que se envolvió Descartes. No logró el surgimiento de su evidencia, pero por lo menos discutió todas las respuestas demasiado fáciles. Lo que constituye el valor supremo de su testimonio es que nos inquieta. Nos obliga a plantearnos el problema esencial, que bajo otras apariencias obsesiona a nuestro tiempo: las verdaderas relaciones del hombre con el hombre" (Marqués de Sade. Filosofía en el tocador. Introducción. Edimat Libros, Madrid, 1988, Pp. 7-8)
No se trata de minimizar sus prácticas sexuales, ni de justificarlas. No se trata de creerlo santo. Se trata de ver al otro hombre. El hombre de pensamiento. El que analizó su tiempo y sus circunstancias. El hombre que abogó por la libertad, por el papel benefactor del Estado en la vida colectiva, por la verdad sin máscaras de ignorancia, miedo o superstición. El pensador que en forma nítida fue capaz de escribir: "El hombre que se somete realmente a las leyes de la naturaleza, no tiene necesidad de otras leyes. Y en caso de que las normas naturales no constituyan un freno para él, las demás normas no conseguirán resultados más satisfactorios" ( P. Sánchez Paredes. El Marqués de Sade, un Profeta en el Infierno. Ediciones Guadarrama, Madrid, 1974. P.125)

La actividad política y libertaria de Sade está marcada por la cárcel. Frente a cualquiera de sus desplantes ideológicos la respuesta del Estado era la prisión. Lo que más incomodaba a la monarquía francesa era que todo lo que narra Sade no fue invento de su imaginación desmesurada: todo eso lo hacían los grandes señores de la aristocracia francesa: lo hacían y lo ocultaban: La gran furia contra Sade se debía a que se había atrevido a destapar el cadáver. Muere en el manicomio.
Coherencia Cuántica Biológica . Galería De Biografías C. C. B. Neuralterapeuticum


















HEFESTOS: ¡Oh, qué miseria tan grande he de arrastrar con mi repugnante oficio!
FUERZA: Pero... ¿a qué vienen esos lamentos? Tu oficio no tiene culpa de nada.
HEFESTOS: Pues hubiera preferido que esta tarea le hubiese tocado a otro desempeñarla.
FUERZA: Todo oficio y toda tarea tienen su grado de molestia, pero lo que es imposible es mandar sobre los dioses, porque nadie, salvo Zeus, es libre.
HEFESTOS: ¡Lo sé, lo sé! ¡Eso es indiscutible!
FUERZA: ¿Entonces? ¡Qué esperas para encadenarlo! No vaya a ser que tu padre se percate de tus dudas ...
HEFESTOS: ¿Que no ves que ya le he sujetado las muñecas?
FUERZA: Sí, sí... pero eso no es suficiente. Amárralo bien, sujétalo a la roca, que quede inmovilizado. (...)
HEFESTOS: (Dirigiéndose a Prometeo) ¡Oh, Prometeo, no sabes cuánto lo siento!
FUERZA: Pero... ¿qué es lo que mis ojos ven? ¡Estás llorando por tu enemigo! No es posible. ¿Qué aún no te has percatado de la gravedad del delito de este infeliz? Oye, ándate con cuidado, no sea que algún día habrás de compadecerte de ti mismo.
HEFESTOS: Pero, ¡no te conmueves, Fuerza, ante este tétrico espectáculo!
FUERZA: ¿Habría de hacerlo? ¿Por qué? Anda, dime ¿por qué he de compadecerme? Tan sólo estoy presenciando el merecido y justo castigo de un delincuente. ¿O no?
De: Prometeo Encadenado
De: Esquilo
(Grecia: 525 – 456 a.C.)









(...) “Y pensaba que así como estábamos, tan lejos del mundo, sólo me quedaba vivir esa vida. Ella, así como era, era la mía. Desprovista de niños y cuentas y trabajo, no era, sin embargo, un paréntesis. Era vida de verdad, y los años que pasaban eran mis años, los únicos. No podía apostar al futuro. No podía pensar después voy a hacer esto o lo otro. No, la vida era esa, ahora puedo hacer esto o esto otro. Ahora es. La vida de afuera me pertenecía tanto como nos pertenece el deseo. La vida de afuera era la orilla de un sueño, una playa intocada.” (...)

De: Oblivion

De: Edda Fabbri
(Uruguay- 1949-)

Galardonada por Casa de las Américas con el Premio Testimonio, por su obra Oblivión, donde recompone experiencias vividas durante los períodos de prisión política que padeció en época de la Dictadura cívico-militar.










No soy enfermo. Me han recluido. Me consideran un incapaz. Quiénes son mis jueces…
Quiénes responderán por mí.
Hice conducta de poesía. Pagué por todo.

De: Todo lo que uno recibe es pasión


De: Jacobo Fijman
(Moldavia: 1898- Argentina: 1970)
    Poeta judeoargentino. Formó parte de la vanguardia literaria del grupo Martín Fierro, donde se vinculó con Jorge Luis Borges y Oliverio Girondo. En enero de 1921 vive un decisivo y confuso episodio frente a una comisaría de Buenos Aires, en donde es detenido y brutalmente golpeado; días después es internado en el Hospicio de las Mercedes, donde permanecerá seis meses (del 17 de enero al 26 de julio). Dentro del hospicio es sometido a castigos corporales y descargas de electroshock. En la década siguiente volvió a ser confinado en Villa Devoto, y el 2 de noviembre en el Instituto Neuropsiquiátrico José T. Borda, de donde no sería ya dado de alta.







 Sería preciso entonces suponer que la prisión, y de una manera general los castigos, no están destinados a suprimir las infracciones; sino más bien a distinguirlas, a distribuirlas, a utilizarlas; que tienden no tanto a volver dóciles a quienes están dispuestos a transgredir las leyes, sino que tienden a organizar la trasgresión de las leyes en una táctica general de sometimientos. La penalidad sería entonces una manera de administrar los ilegalismos, de trazar límites de tolerancia, de dar cierto campo de libertad a algunos, y a hacer presión sobre otros, de excluir a una parte y a hacer útil a otra; de neutralizar a estos, de sacar provecho de aquellos...

De: Vigilar y castigar
De: Michel Foucault
(Francia: 1926-1984)











(...) “La vida en un campo de concentración abría de par en par el alma humana y sacaba a la luz sus abismos. ¿Puede sorprender que en estas profundidades encontremos, una vez más, únicamente cualidades humanas que, en su naturaleza más íntima, eran una mezcla del bien y del mal?” (...)


De: El hombre en busca de sentido

De: Viktor Emil Frankl
(Austria: 1905-1997)

Neurólogo y psiquiatra austriaco, fundador de la Logoterapia. Sobrevivió desde 1942 hasta 1945 en varios campos de concentración nazis, incluidos Auschwitz y Dachau. A partir de esa experiencia, escribió el libro El hombre en busca de sentido.












En el mundo al revés, la libertad oprime:
la libertad del dinero exige
trabajadores presos de la cárcel del miedo,
que es la más cárcel de todas las cárceles.

De: Los derechos de los trabajadores


De: Eduardo Galeano
(Uruguay: 1940-    )


En 1973 el golpe militar tomó el poder y, debido a su involucramiento con corrientes marxistas (MLN-T), Galeano fue capturado y luego forzado a escapar. Se estableció en Argentina, donde fundó la revista cultural Crisis. En 1976, cuando la dictadura de Jorge Rafael Videla tomó el poder en Argentina mediante un golpe militar, su nombre fue agregado a la lista de aquellos condenados por los escuadrones de la muerte, razón por la cual se vio obligado a huir nuevamente, esta vez a España, donde escribió su famosa trilogía Memoria del fuego.















No cierren las puertas a los pobres;
porque los pobres, los apestados, los caídos en la vida,
 son como el mismo Jesús.

Madre Teresa de Calcuta
(Macedonia: 1910 - India: 1997)














“¿Cuándo su inclinación amorosa comenzó a desviarse? Quizás desde la primera caída, porque con frecuencia es forzoso dormir de a dos en una cama...Y un día en el curso de una larga condena por robo, fue a ella a quien avasalló el amor por otra joven también condenada a larga prisión, la cual atraída a su vez, por el físico de Adelaida correspondió sin reservas.”

De: Cárcel de mujeres.


De: María Carolina Geel (seudónimo de Georgina Silva Jiménez)
(Chile: 1913-1996)


         Por ocho años, Georgina había sido la amante de un famoso cronista deportivo chileno, Roberto Pumarino Valenzuela quien, al enviudar, decidía casarse con otra. La escritora no soportó la traición y en el salón de té del Hotel Crillón de Santiago le descerrajó cinco tiros a quemarropa. Según los testigos, la joven se abalanzó sobre Roberto moribundo, lo besó y dijo a viva voz: "Era lo que más amaba en la Tierra". Su amiga, Gabriela Mistral, intercedió por ella ante el Presidente de la República en estos términos: "Respetuosamente suplicamos a V.E. indulto cabal para María Carolina Geel que deseamos las mujeres hispanoamericanas. Será ésta una gracia inolvidable para todas nosotras". La respuesta fue: "Es de enorme magnitud lo que Gabriela Mistral ha realizado por Chile, por lo que sería incomprensible que el Presidente de la República no escuchase una súplica nacida del corazón de nuestra gran escritora. Considere, pues, desde ya indultada a María Carolina Geel. Con la cordialidad y admiración de siempre le saluda su amigo y Presidente, para quien ha sido gratísimo el poder aceptar esta petición tan humana y emotiva".













“Nos daban papel para hacer bolsas. Fue en ese papel café que escribí el inicio del libro. No creí que fuera a ser leído. Pensé que yo nunca iba a salir de la cárcel. Escribí con sinceridad, con fuego y furia, y con mucha más libertad porque estaba seguro de que el libro jamás sería leído. Un día fuimos de la prisión a la corte. Cuando volví a mi celda el manuscrito había desaparecido. El director de la prisión me mandó llamar. Me castigó: tres días en confinamiento solitario a pan y agua por haber utilizado un papel que "no estaba destinado a obras maestras de la literatura". El despojo del director me hizo sentir menospreciado. Ordené unos cuadernos en la cafetería, me metí a la cama, me sumergí bajo las mantas y traté de recordar, palabra por palabra, las cincuenta cuartillas que había escrito. Creo que lo logré.”


Jean Genet
(Francia: 1910-1986)

Niño abandonado al año, convivió con varias familias. A pesar de haber sido un alumno aventajado, a los diez años era ya un ladrón consumado; por ello pasó su juventud en distintas prisiones; en realidad, casi toda su vida transcurrió en situación de prisionero. Nada perturbó su capacidad creativa.













“(...) ese complejo enorme de cosas que se suceden mecánicamente, día tras días, mes tras mes, año tras años, siempre iguales, siempre con el mismo ritmo, como los granitos de arena de una clepsidra gigantesca (...)  No puedo estar sin ti. Eres una parte de mí mismo y siento que no puedo estar lejos de mí mismo. Estoy como suspendido en el aire, como alejado de la realidad. Pienso siempre, con infinita emoción, en el tiempo que hemos pasado juntos, en aquella intimidad, en aquella tan grande expansión de nosotros mismos...”
De: Cartas desde la Cárcel (a su mujer Julia Schucht)


De: Antonio Gramsci
(Italia: 1891-1937)

Su juventud está marcada por un claro compromiso político, que le lleva a militar en el partido socialista (1914) y a trabajar en el diario Avanti!. En Italia, se opuso al movimiento fascista de Mussolini, que, a pesar de su inmunidad parlamentaria -Gramsci era diputado por Venecia- le detuvo y confinó en la isla de Ustica. Aquejado por la mala salud que acompañó su existencia, en 1934 fue puesto en libertad condicional y murió en Roma (1937) poco después de cumplir condena. Durante los años de confinamiento escribió Quaderni del Carcere [Cuadernos de prisión], en los que se recoge el núcleo central de su pensamiento. Más allá de la idea de dominio o control mediante el empleo de mecanismos represivos, advierte que son las soluciones culturales (sistema educativo, instituciones culturales y religiosas, medios de comunicación...) las que socializan en unos valores, los propios del ‘bloque histórico’ que alcanza la posición de dominio, al tiempo que esterilizan a la sociedad civil en su capacidad de respuesta crítica. Esta atenuación dialéctica, operada desde la superestructura del sistema, instala pautas de consenso, de aceptación lógica, de subordinación, consentimiento y pasividad. Gramsci, que define una filosofía de la acción –filosofía, política e historia aparecen unidas-, cree en la capacidad de intervención de los ‘intelectuales orgánicos’, que expresan el sentimiento silenciado u oculto de la sociedad a la que pertenecen; esto es, son exponentes de las clases subordinadas.









  
Calendario
 
está llena de rayas.
la pared.
rayas verticales.
 
cada raya es un día.
un día que ha pasado.
que he pasado preso.
 
por las mañanas,
lo primero que hago
al levantarme de la piltra
es acercarme a esa pared
y preguntarle:
 
¿a qué día estamos hoy?

 De: Sparrings

David González  
(España: 1964-   )

David González es poeta y narrador. Dirige, desde los años noventa, la colección de poesía Zigurat, editada por el Ateneo Obrero de Gijón. Su producción literaria se entronca con la poesía de la conciencia.
La niñez y juventud de David González está marcada por la experiencia de la vida en la calle de barriadas obreras. En su primera juventud, participa en un atraco por el que es condenado a prisión. Allí, la poesía le sirve al autor para mantenerse a flote de la experiencia de la reclusión.







“En este muro los mataban, disparándoles, ¿ven los agujeros de los impactos de bala? Un poco más allá, los ponían a todos desnudos y los regaban con una manguera; aquí les arrancaban las uñas… Trataban mejor a los caballos. Mi amiga era hugonota, pero se hizo comunista y sindicalista. Era blanca, de buena familia, con un novio negro, vivían juntos, y él tenía que fingir que era su sirviente. Cuando la encarcelaron, sólo podíamos traerle mantas, nunca comida. Yo decía que era su hermana, porque únicamente se permitían visitas de familiares. La pobre… abandonó su vida burguesa por primera vez para entrar en prisión...”

Nadine Gordimer (Sudáfrica: 1923-   )
  Premio Nóbel de Literatura 1991,
simboliza como pocas personas el compromiso contra el apartheid, tal cual testimonian las palabras de su texto. Su obra ha reflejado las consecuencias psicológicas que produce en la gente una sociedad dividida racialmente.