Textos participantes
en el Concurso Literario (2006)
“¡Aguante la palabra!”
Trabajo
en lo visible y en lo cercano
–y no lo creas fácil–
No quisiera ir más lejos.
Todo
esto
que palpo y veo
junto a mí, hora a hora
es rebelde y resiste.
Para su
vivo peso
demasiado livianas se me hacen las palabras.
Circe
Maia
Convocatoria
AL CONCURSO DE
CUENTO, CARTA Y POESÍA
“¡AGUANTE LA
PALABRA!”
BASES
v Para la categoría Cuento:
1) Tema libre.
2) Extensión máxima: dos hojas.
3) El trabajo deberá ser firmado con un
seudónimo y acompañado de un sobre en cuya cara externa se volverá a escribir
el seudónimo y en su interior, nombres y apellidos y la edad.
4) El plazo de entrega vence el 20 de
noviembre de 2006.
5) De la recepción de los trabajos y sobres
estarán encargados los Maestros y Profesores de cada Establecimiento.
v Para la categoría Carta:
1) Tema libre.
2) Extensión máxima: una hoja.
3) El texto será firmado con un seudónimo
y acompañado de un sobre en cuya cara exterior se volverá a escribir el
seudónimo y en su interior se aportarán nombres y apellidos y la edad.
4) El plazo de entrega vence el 20 de
noviembre de 2006.
5) De la recepción de los trabajos y
sobres estarán encargados los Maestros y Profesores de cada Establecimiento.
v Para la categoría Poesía:
1) Tema libre.
2) Extensión máxima: una hoja.
3) El texto será firmado con un seudónimo y
acompañado de un sobre en cuya cara exterior se volverá a escribir el seudónimo
y en cuyo interior se aportarán nombres y apellidos y la edad.
4) El plazo de entrega vence el 20 de
noviembre de 2006.
5) De la recepción de los trabajos y sobres
estarán encargados los Maestros
Y Profesores de
cada Establecimiento
Primer Premio Categoría Poesía
Déjalos
Déjalos que
hablen, deja que murmuren.
Este mundo
está hecho para ellos,
también.
Deja que nos
miren con ojo de fiscal,
que
critiquen nuestros modos, nuestro
amor,
nuestro bien y nuestro mal.
Permíteles
el odio, son pobres criaturas,
nacieron
para ver, sólo para mirar
la vida de los otros, el dolor ajeno,
miran y miran sin piedad.
Hoy estamos juntos, la noche nos ha unido,
el desamparo fue testigo, nos presentó
la
soledad...
Somos su
película,
el escándalo
de los demás.
Qué importan
sus risas de hiena, qué importa,
no vale nada
el murmullo fugaz.
Somos
extraños caminando bajo la lluvia
y no se sabe
cuándo la lluvia parará.
Déjalos que
miren, que se cansen...
Ellos son
esclavos entre sus propias rejas
y nosotros
somos, sabes, la libertad.
Eterno Prisionero
Centro Nacional de Rehabilitación (CNR)
Primer Premio Categoría
Cuento
La historia de...
Pedro y María.
Treinta años de casados. Una familia. Juan, de 21; Lorena, de 15; Nicolás, con
trece.
El padre, un humilde
luchador, pretendía que Juan fuera jugador de fútbol, y el mejor. Nicolás
empezó a sentirse celoso, a llamar la atención con notas bajas, discusiones,
amistades problemáticas.
Las acusaciones
recaían sobre la madre; el marido le indicaba que el modelo era el hijo mayor.
De la joven, siempre callada y estudiosa, nadie hablaba.
Cansado, Pedro buscó
alivio en el alcohol. El dinero no alcanzaba para los gastos. Tampoco había
objetos valiosos para vender: Nicolás ya los había
cambiado por droga; cuando no hubo más, delinquió y fue a parar
a la cárcel.
Durante el año de
prisión, padres e hijos volvieron a unirse.
El día del regreso
de Nicolás a casa, un 24 de diciembre, se brindó, con agua, pero con la fuerza
del renacimiento.
Cielo estrellado
Establecimiento Penitenciario de Mujeres “Cabildo”
Primer Premio Categoría Carta
A ti:
...¡Estás ahí!...
Cuando miro hacia el
cielo y puedo vivir la magia de contemplarte radiante nuevamente, ya no hay
voces y todo se resume en el silencio, “espacio vacío que contigo en mi soledad
lleno”. Entonces puedo viajar con la mirada hasta el punto brillante que genera
recuerdos, puedo dejar atraerme por tu luz “reflejos de olvidados
sentimientos”.
Quizás esta noche me
estés mirando y también la estés viendo, tal vez esta noche recibas en
coincidencia miradas que desean tenerse presente a pesar de distancias que a
medida del tiempo peligran de muerte. Compañera, que el cielo te tiene tan
encerrada, como esta noche, que apenas deja fugar mi mirada, consuelo de saber que
nada podrá entretener la luz de sus ojos, los que alguna vez me miraron.
Escribiendo, quiero
cruzar con palabras fronteras que hoy ya nos dejan al margen con metáforas que
el tiempo separa. Escribiendo… aunque sé que no podrá saber de mi rostro, aunque
sé que mi desvelo está lejos de su cielo o yo lejos de su infierno. Sé que no
podrá saber lo que pienso y siento, por esta realidad que me mantiene como lo
estás tú de mí “tan presente y tan lejos”.
Cartero del cielo,
hoy quiero pedirte que tu luz atraiga su mirada como el reflejo de sus
recuerdos la mía, que te transformes en el espejo entre este papel y sus
preguntas de calladas respuestas. Sé que tantas noches te pido que ilumines
porque yendo a ti me pierdo; me pierdo porque los recuerdos que bajo tu cielo
he vivido te robo.
Pero hoy no voy a
molestarme contigo si en el cielo no te encuentro; ya no voy a inculparte de lo
que mal hemos hecho: es que sólo en ti he hallado el único hilván que nos une.
Hoy puedo entender que para mí nunca estuviste ausente; simplemente, a veces no
te hallé y fui perdiendo su luz al llevarse el resplandor de la mañana los
sueños y a ti. Quizás con el silencio de la noche te recupere y el tiempo le
robará al olvido lo que alguna vez fue nuestro.
El Ángel
Centro Nacional de Rehabilitación (CNR)
Mención Especial
EL PAÍS QUE EL DESTINO ME INVENTÓ
Han sido desde niña los libros los que generaron en mí
sugerencias y fuertes ansias de visitar lugares lejanos. Entre esos países
imaginarios y soñados estaban Argentina y
México: éste, por ser asiento de culturas tan excepcionales; el primero,
porque siempre fui una apasionada de lo rioplatense, tanto que uno de los temas
que compuse se titula “Mi gran Buenos Aires”, ganador oportunamente de un
segundo premio y registrado como corresponde en AGADU.
Ahora pienso en los viajes y las metas no cumplidas, y la imaginación, inventándome otra gente que
me aguarda, me deja creer que aún no hice mi mejor travesía. A veces uno anhela
comprobar si la realidad coincide con lo proyectado; otras, uno acaba por
preferir la ilusión; pero, ¿cómo saberlo de antemano?
El hecho es que México no está entre mis frustraciones.
Residí seis meses allí. Es un país tan hermoso que, un mes antes del regreso,
sentí la necesidad de consustanciarme con lugares donde había estado y me
habían atrapado tanto como para visitarlos una y otra vez; ansiaba recorrerlos
con la morosidad y la desesperación del amor; sentía que todavía podría
encontrar algo esencial para traerme conmigo, algo que olvidaría si no lo repasaba.
Seguramente no fue lo que experimentó una familia argentina a la que llevamos
de paseo a Oaxaca: estaban muy contentos porque comerían frijoles y frutas pero
cuando se enteraron de los precios en las ferias, decidieron cruzar a los
Estados Unidos. Como alguien dijo: “Las profundas diferencias que suelen
encontrar los viajeros están en la superficie y no más”. Entonces me permitiría
agregar: estar de paso es estar en la superficie.
Por eso la niña, la adolescente y la mujer que están en
esta anciana de hoy no queremos recorrer los sombríos y desolados patios de
esta cárcel. No estamos de paso: hemos viajado al país menos soñado y parece
ser un viaje sin retorno.
YOLLY
Establecimiento Penitenciario Femenino “Cabildo”
Mención
especial
Montevideo, 10/11/06
Hija:
Quisiera decirte muchas cosas pero
para eso necesitaría escribir muchas horas y no tengo el tiempo suficiente.
Quisiera
que lo que te voy a decir pueda servirte de algo y de mucho.
Creo
que siempre pensaste que yo no te quería y que prefería a Leticia. Fue un error
de tu parte porque siempre las amé a las dos por igual. Tal vez tú te
confundías porque veías que ella y yo hablábamos mucho y eso era porque ella
era más abierta y tú más introvertida. Lo que quiero decirte es que pienso que
yo me equivoqué. Tal vez tenía que haberte dado más atención y ese fue mi error
y mi culpa pero también tú tenés que ponerte un poquito en mi lugar y pensar
que si tuve muchos hijos, tenía sí o sí que salir a trabajar porque bien sabés
que la otra ayuda era muy poca y que si no era por tu abuela y abuelos, no sé
cómo hubieran vivido ustedes y yo. Entonces, trabajar, llegar a la casa después
de 8 y 10 horas de trabajo y atenderlas a ustedes, que no reniego, porque tanto
tú como todas tus hermanas son lo más hermoso que pueda tener yo en mi vida,
porque son mías, las tuve yo, las sufrí yo, yo las llevé dentro de mí y yo sola
pasé mis embarazos, mis dolores, mis angustias... y la tuya, Agustina, fue la
más dolorosa, porque podías no haber nacido. Pero naciste, y fuiste hermosa y
lloré dándole gracias a Dios porque eras completamente sanita, no podía parar
de llorar de la alegría y a la vez de la angustia que viví durante esos meses
sólo yo en mis pensamientos. Y creciste siendo una niña hermosa, sanita, llena
de vida, y fuiste haciéndote grande y te escapaste de mis manos y no pude
detenerte. Tal vez no tuve la ayuda que necesitaba, tal vez si a mi lado
hubiera tenido a otra persona diferente a él, le hubieras hecho caso. Porque a
mí me tomabas el pelo, lamentablemente. Pero, bueno, ahora los lamentos llegan
tarde, porque también lamento que la separación con tu padre no hubiera
ocurrido mucho antes, pero así son los destinos de cada uno. Yo estuve enferma
durante años, con una persona que me autoconvencía de todo o casi todo, porque
yo le creía todo a él. Siempre me hizo creer que yo era una inútil y yo me lo
creía; no era ppor tener mi autoestima tan baja. Y por eso me tenés que
perdonar tú y tus hermanas: ¡por no haber enfrentado a tu padre de otra forma y
así hacerme respetar! Bueno, esto es para que me entiendas un poquito que mi
vida de matrimonio no fue fácil ni muy feliz que digamos.
Ahora
quiero apartar un poco a tus hermanas y quiero mirar por vos, aunque ya estás
grande y tenés que saber bien lo que hacés. Quiero decirte que te voy a apoyar.
Espero que me respondas bien, que me demuestres que cambiaste y vas a seguir
haciéndolo para que así vuelva la Agustina de antes. Te quiero mucho, te amo,
Agus. Ustedes todos son mi vida. Cambiá, por favor, para poder disfrutar
conmigo lo que pueda quedarme de vida. (Portate bien.) Y hacelo también para
poder recuperar a tus hijos, que están solitos, esperando que su mamá esté con
ellos, para mimarlos mucho y quererlos. Acordate, Agustina, no lo
desaproveches, que el tiempo se va, se vienen grandes y después todo es
diferente. No te olvides de ninguna de estas palabras que son de tu mamá que te
ama con el corazón y el alma. Quiero lo mejor para vos y si en algún momento te
hablé mal es porque me duele y me siento muy lastimada por lo que hacías, pero
quiero creer que esto te ha servido para ver la realidad de la vida y cambiar,
y así acercarte a todos los que te queremos bien. Leticia sufre por vos mucho, te
quiere demasiado. Ximena lo mismo. Mica te ama aunque no lo diga. Todos están
dolidos por lo que te han visto pasar. Te adoro. Pero querete vos, Agustina,
mucho, para querer a todos.
Te amo:
Mamá
Volver a empezar
Establecimiento Penitenciario Femenino
“Cabildo”
Mención
especial
Montevideo,
8/11/06
Hijos queridos:
En estos días que llevo
aquí siento una gran soledad. Ustedes son la fiel compañía de mi vida. A pesar
de que estoy privada de libertad, me siento libre, siento que cada vez ustedes
están más cerca de mí y eso me hace sentir bien. Ustedes son los que me dan
esas fuerzas para continuar y mirar para adelante. Mi meta es buscar una nueva
vida junto a ustedes.
Hijos míos, quiero que
sepan que siempre estoy pensando en cada uno de ustedes y que por las noches
mojo mi almohada con sólo pensar que lo único que tengo son ustedes. Me dan una
inmensa alegría, que no cabe en mi pecho. Cada uno de ustedes es mi mejor
orgullo.
También quiero
decirles que yo soy el único puente que tengo que tener en cuenta, que soy un
puente que no debe quebrarse. Yo les doy mi palabra de madre que continuaré
siempre adelante y me mantendré de pie porque soy una guerrera que aprendió a
luchar; quizás antes fui un poco cobarde por no afrontar la realidad. Hoy muero
por abrazarlos muy fuerte.
Hijos, los amo y
siempre estaré con ustedes. Los amo.
Mami
Esperanza
Establecimiento Penitenciario Femenino
Trabajo
en lo visible y en lo cercano
–y no lo creas fácil–
No quisiera ir más lejos.
Todo
esto
que palpo y veo
junto a mí, hora a hora
es rebelde y resiste.
Para su
vivo peso
demasiado livianas se me hacen las palabras.
Circe
Maia
Convocatoria
AL CONCURSO DE
CUENTO, CARTA Y POESÍA
“¡AGUANTE LA
PALABRA!”
BASES
v Para la categoría Cuento:
1) Tema libre.
2) Extensión máxima: dos hojas.
3) El trabajo deberá ser firmado con un
seudónimo y acompañado de un sobre en cuya cara externa se volverá a escribir
el seudónimo y en su interior, nombres y apellidos y la edad.
4) El plazo de entrega vence el 20 de
noviembre de 2006.
5) De la recepción de los trabajos y sobres
estarán encargados los Maestros y Profesores de cada Establecimiento.
v Para la categoría Carta:
1) Tema libre.
2) Extensión máxima: una hoja.
3) El texto será firmado con un seudónimo
y acompañado de un sobre en cuya cara exterior se volverá a escribir el
seudónimo y en su interior se aportarán nombres y apellidos y la edad.
4) El plazo de entrega vence el 20 de
noviembre de 2006.
5) De la recepción de los trabajos y
sobres estarán encargados los Maestros y Profesores de cada Establecimiento.
v Para la categoría Poesía:
1) Tema libre.
2) Extensión máxima: una hoja.
3) El texto será firmado con un seudónimo y
acompañado de un sobre en cuya cara exterior se volverá a escribir el seudónimo
y en cuyo interior se aportarán nombres y apellidos y la edad.
4) El plazo de entrega vence el 20 de
noviembre de 2006.
5) De la recepción de los trabajos y sobres
estarán encargados los Maestros
Y Profesores de
cada Establecimiento
Primer Premio Categoría Poesía
Déjalos
Déjalos que
hablen, deja que murmuren.
Este mundo
está hecho para ellos,
también.
Deja que nos
miren con ojo de fiscal,
que
critiquen nuestros modos, nuestro
amor,
nuestro bien y nuestro mal.
Permíteles
el odio, son pobres criaturas,
nacieron
para ver, sólo para mirar
la vida de los otros, el dolor ajeno,
miran y miran sin piedad.
Hoy estamos juntos, la noche nos ha unido,
el desamparo fue testigo, nos presentó
la
soledad...
Somos su
película,
el escándalo
de los demás.
Qué importan
sus risas de hiena, qué importa,
no vale nada
el murmullo fugaz.
Somos
extraños caminando bajo la lluvia
y no se sabe
cuándo la lluvia parará.
Déjalos que
miren, que se cansen...
Ellos son
esclavos entre sus propias rejas
y nosotros
somos, sabes, la libertad.
Eterno Prisionero
Centro Nacional de Rehabilitación (CNR)
Primer Premio Categoría
Cuento
La historia de...
Pedro y María.
Treinta años de casados. Una familia. Juan, de 21; Lorena, de 15; Nicolás, con
trece.
El padre, un humilde
luchador, pretendía que Juan fuera jugador de fútbol, y el mejor. Nicolás
empezó a sentirse celoso, a llamar la atención con notas bajas, discusiones,
amistades problemáticas.
Las acusaciones
recaían sobre la madre; el marido le indicaba que el modelo era el hijo mayor.
De la joven, siempre callada y estudiosa, nadie hablaba.
Cansado, Pedro buscó
alivio en el alcohol. El dinero no alcanzaba para los gastos. Tampoco había
objetos valiosos para vender: Nicolás ya los había
cambiado por droga; cuando no hubo más, delinquió y fue a parar
a la cárcel.
Durante el año de
prisión, padres e hijos volvieron a unirse.
El día del regreso
de Nicolás a casa, un 24 de diciembre, se brindó, con agua, pero con la fuerza
del renacimiento.
Cielo estrellado
Establecimiento Penitenciario de Mujeres “Cabildo”
Primer Premio Categoría Carta
A ti:
...¡Estás ahí!...
Cuando miro hacia el
cielo y puedo vivir la magia de contemplarte radiante nuevamente, ya no hay
voces y todo se resume en el silencio, “espacio vacío que contigo en mi soledad
lleno”. Entonces puedo viajar con la mirada hasta el punto brillante que genera
recuerdos, puedo dejar atraerme por tu luz “reflejos de olvidados
sentimientos”.
Quizás esta noche me
estés mirando y también la estés viendo, tal vez esta noche recibas en
coincidencia miradas que desean tenerse presente a pesar de distancias que a
medida del tiempo peligran de muerte. Compañera, que el cielo te tiene tan
encerrada, como esta noche, que apenas deja fugar mi mirada, consuelo de saber que
nada podrá entretener la luz de sus ojos, los que alguna vez me miraron.
Escribiendo, quiero
cruzar con palabras fronteras que hoy ya nos dejan al margen con metáforas que
el tiempo separa. Escribiendo… aunque sé que no podrá saber de mi rostro, aunque
sé que mi desvelo está lejos de su cielo o yo lejos de su infierno. Sé que no
podrá saber lo que pienso y siento, por esta realidad que me mantiene como lo
estás tú de mí “tan presente y tan lejos”.
Cartero del cielo,
hoy quiero pedirte que tu luz atraiga su mirada como el reflejo de sus
recuerdos la mía, que te transformes en el espejo entre este papel y sus
preguntas de calladas respuestas. Sé que tantas noches te pido que ilumines
porque yendo a ti me pierdo; me pierdo porque los recuerdos que bajo tu cielo
he vivido te robo.
Pero hoy no voy a
molestarme contigo si en el cielo no te encuentro; ya no voy a inculparte de lo
que mal hemos hecho: es que sólo en ti he hallado el único hilván que nos une.
Hoy puedo entender que para mí nunca estuviste ausente; simplemente, a veces no
te hallé y fui perdiendo su luz al llevarse el resplandor de la mañana los
sueños y a ti. Quizás con el silencio de la noche te recupere y el tiempo le
robará al olvido lo que alguna vez fue nuestro.
El Ángel
Centro Nacional de Rehabilitación (CNR)
Mención Especial
EL PAÍS QUE EL DESTINO ME INVENTÓ
Han sido desde niña los libros los que generaron en mí
sugerencias y fuertes ansias de visitar lugares lejanos. Entre esos países
imaginarios y soñados estaban Argentina y
México: éste, por ser asiento de culturas tan excepcionales; el primero,
porque siempre fui una apasionada de lo rioplatense, tanto que uno de los temas
que compuse se titula “Mi gran Buenos Aires”, ganador oportunamente de un
segundo premio y registrado como corresponde en AGADU.
Ahora pienso en los viajes y las metas no cumplidas, y la imaginación, inventándome otra gente que
me aguarda, me deja creer que aún no hice mi mejor travesía. A veces uno anhela
comprobar si la realidad coincide con lo proyectado; otras, uno acaba por
preferir la ilusión; pero, ¿cómo saberlo de antemano?
El hecho es que México no está entre mis frustraciones.
Residí seis meses allí. Es un país tan hermoso que, un mes antes del regreso,
sentí la necesidad de consustanciarme con lugares donde había estado y me
habían atrapado tanto como para visitarlos una y otra vez; ansiaba recorrerlos
con la morosidad y la desesperación del amor; sentía que todavía podría
encontrar algo esencial para traerme conmigo, algo que olvidaría si no lo repasaba.
Seguramente no fue lo que experimentó una familia argentina a la que llevamos
de paseo a Oaxaca: estaban muy contentos porque comerían frijoles y frutas pero
cuando se enteraron de los precios en las ferias, decidieron cruzar a los
Estados Unidos. Como alguien dijo: “Las profundas diferencias que suelen
encontrar los viajeros están en la superficie y no más”. Entonces me permitiría
agregar: estar de paso es estar en la superficie.
Por eso la niña, la adolescente y la mujer que están en
esta anciana de hoy no queremos recorrer los sombríos y desolados patios de
esta cárcel. No estamos de paso: hemos viajado al país menos soñado y parece
ser un viaje sin retorno.
YOLLY
Establecimiento Penitenciario Femenino “Cabildo”
Mención
especial
Montevideo, 10/11/06
Hija:
Quisiera decirte muchas cosas pero
para eso necesitaría escribir muchas horas y no tengo el tiempo suficiente.
Quisiera
que lo que te voy a decir pueda servirte de algo y de mucho.
Creo
que siempre pensaste que yo no te quería y que prefería a Leticia. Fue un error
de tu parte porque siempre las amé a las dos por igual. Tal vez tú te
confundías porque veías que ella y yo hablábamos mucho y eso era porque ella
era más abierta y tú más introvertida. Lo que quiero decirte es que pienso que
yo me equivoqué. Tal vez tenía que haberte dado más atención y ese fue mi error
y mi culpa pero también tú tenés que ponerte un poquito en mi lugar y pensar
que si tuve muchos hijos, tenía sí o sí que salir a trabajar porque bien sabés
que la otra ayuda era muy poca y que si no era por tu abuela y abuelos, no sé
cómo hubieran vivido ustedes y yo. Entonces, trabajar, llegar a la casa después
de 8 y 10 horas de trabajo y atenderlas a ustedes, que no reniego, porque tanto
tú como todas tus hermanas son lo más hermoso que pueda tener yo en mi vida,
porque son mías, las tuve yo, las sufrí yo, yo las llevé dentro de mí y yo sola
pasé mis embarazos, mis dolores, mis angustias... y la tuya, Agustina, fue la
más dolorosa, porque podías no haber nacido. Pero naciste, y fuiste hermosa y
lloré dándole gracias a Dios porque eras completamente sanita, no podía parar
de llorar de la alegría y a la vez de la angustia que viví durante esos meses
sólo yo en mis pensamientos. Y creciste siendo una niña hermosa, sanita, llena
de vida, y fuiste haciéndote grande y te escapaste de mis manos y no pude
detenerte. Tal vez no tuve la ayuda que necesitaba, tal vez si a mi lado
hubiera tenido a otra persona diferente a él, le hubieras hecho caso. Porque a
mí me tomabas el pelo, lamentablemente. Pero, bueno, ahora los lamentos llegan
tarde, porque también lamento que la separación con tu padre no hubiera
ocurrido mucho antes, pero así son los destinos de cada uno. Yo estuve enferma
durante años, con una persona que me autoconvencía de todo o casi todo, porque
yo le creía todo a él. Siempre me hizo creer que yo era una inútil y yo me lo
creía; no era ppor tener mi autoestima tan baja. Y por eso me tenés que
perdonar tú y tus hermanas: ¡por no haber enfrentado a tu padre de otra forma y
así hacerme respetar! Bueno, esto es para que me entiendas un poquito que mi
vida de matrimonio no fue fácil ni muy feliz que digamos.
Ahora
quiero apartar un poco a tus hermanas y quiero mirar por vos, aunque ya estás
grande y tenés que saber bien lo que hacés. Quiero decirte que te voy a apoyar.
Espero que me respondas bien, que me demuestres que cambiaste y vas a seguir
haciéndolo para que así vuelva la Agustina de antes. Te quiero mucho, te amo,
Agus. Ustedes todos son mi vida. Cambiá, por favor, para poder disfrutar
conmigo lo que pueda quedarme de vida. (Portate bien.) Y hacelo también para
poder recuperar a tus hijos, que están solitos, esperando que su mamá esté con
ellos, para mimarlos mucho y quererlos. Acordate, Agustina, no lo
desaproveches, que el tiempo se va, se vienen grandes y después todo es
diferente. No te olvides de ninguna de estas palabras que son de tu mamá que te
ama con el corazón y el alma. Quiero lo mejor para vos y si en algún momento te
hablé mal es porque me duele y me siento muy lastimada por lo que hacías, pero
quiero creer que esto te ha servido para ver la realidad de la vida y cambiar,
y así acercarte a todos los que te queremos bien. Leticia sufre por vos mucho, te
quiere demasiado. Ximena lo mismo. Mica te ama aunque no lo diga. Todos están
dolidos por lo que te han visto pasar. Te adoro. Pero querete vos, Agustina,
mucho, para querer a todos.
Te amo:
Mamá
Volver a empezar
Establecimiento Penitenciario Femenino
“Cabildo”
Mención
especial
Montevideo,
8/11/06
Hijos queridos:
En estos días que llevo
aquí siento una gran soledad. Ustedes son la fiel compañía de mi vida. A pesar
de que estoy privada de libertad, me siento libre, siento que cada vez ustedes
están más cerca de mí y eso me hace sentir bien. Ustedes son los que me dan
esas fuerzas para continuar y mirar para adelante. Mi meta es buscar una nueva
vida junto a ustedes.
Hijos míos, quiero que
sepan que siempre estoy pensando en cada uno de ustedes y que por las noches
mojo mi almohada con sólo pensar que lo único que tengo son ustedes. Me dan una
inmensa alegría, que no cabe en mi pecho. Cada uno de ustedes es mi mejor
orgullo.
También quiero
decirles que yo soy el único puente que tengo que tener en cuenta, que soy un
puente que no debe quebrarse. Yo les doy mi palabra de madre que continuaré
siempre adelante y me mantendré de pie porque soy una guerrera que aprendió a
luchar; quizás antes fui un poco cobarde por no afrontar la realidad. Hoy muero
por abrazarlos muy fuerte.
Hijos, los amo y
siempre estaré con ustedes. Los amo.
Mami
Esperanza
Establecimiento Penitenciario Femenino