sábado, 30 de marzo de 2013

Testimonios... (10)


Prof. Sandra Gardella: "Este Año Educaremos a Mujeres en los Propios Establecimientos de Reclusión"

General | 23 Mar.

La profesora Sandra Gardella es Coordinadora de Educación en Contexto de Encierro de Programas Educativos Especiales y explicó a Crónicas las características del programa que pertenece a los especiales de secundaria.
A marzo de 2012, se cuenta con 1.100 reclusos que están estudiando y más de 200 docentes en todo el país y se está presente con el programa en 13 departamentos y son 20 establecimientos, lo que indica que se está en los 2/3 de las cárceles del país. Ya los cursos han comenzado en todos lados, señaló, y cada uno se adecua a la realidad de cada prisión, algunos son mixtos y otros no. Casi no hay vacantes docentes, añadió, solamente hay seis, lo que permite razonar que poco a poco se está ampliando la difusión del programa dentro del colectivo docente que se está interesando en cumplir esta tarea que también es social. Gardella, explicó asimismo que Educación en Contextos de Encierro comenzó a funcionar en el año 2001 en el Complejo Penitenciario de Santiago Vázquez y en la cárcel de Cabildo. Desde entonces, agregó, docentes del Consejo de Educación Secundaria concurren a los establecimientos de reclusión para dictar clases a personas privadas de libertad que, voluntariamente, decidan participar. Recordó que en agosto del año 2006 empezó a funcionar en un régimen de redención de pena, a través de la reglamentación de la ley humanización de cárceles. A partir de ahí, indicó, empezó todo esto de las actividades, de los cursos, de los talleres, de los proyectos y plazas laborales.

 Legislación
Por otro lado, señaló que el artículo 13 de la ley Nº 17.897 expresa que “el Juez concederá la redención de pena por estudio a los condenados a pena privativa de libertad. A los procesados y condenados se les abonará un día de reclusión por dos días de estudio. Se computará como un día de estudio la dedicación a dicha actividad durante seis horas semanales, así sea en días diferentes. Para esos efectos, no se podrán computar más de seis horas diarias de estudio”. El objetivo del programa es contribuir a la rehabilitación de los reclusos, así como satisfacer el derecho a la educación y reparación de los actos cometidos. Además, busca ayudar a la recuperación de su condición de ciudadanos y a promover su autoestima.


Infraestructura
Con respecto a este tema, Gardella dijo que cuando un establecimiento no ofrece la infraestructura necesaria para dictar los cursos, se construye algún aula o se adecua algún espacio para tal fin. Sucede que no muchas cárceles están pensadas para tener educación, por tanto hay que adecuar lugares que a veces tenían otros destinos para la enseñanza. En ese sentido, agregó, se ha encontrado muy buena disposición por parte de las direcciones y cuando hacen el relevamiento entre las personas privadas de libertad que están en condiciones de seguir estudiando y así lo quieren, solicitan a Educación Secundaria el servicio y para que se les otorgue, tienen que estar dadas las condiciones edilicias y también personal que sea el nexo entre los reclusos y los docentes.


Soriano
En la cárcel departamental de Soriano el trabajo ha sido muy bueno, dijo la jerarca, comenzó en el 2009. En esa oportunidad se contaba con unos 10 ó 12 reclusos y en este año estarían terminando el segundo ciclo. No ha habido prácticamente deserciones, salvo aquellas producidas por libertades obtenidas. Al presente hay casi 40 inscriptos para Ciclo Básico, es decir que actualmente habría entre unos 50 0 60 alumnos. Para este año se pretende atender a las mujeres en forma separada, tema que se ha venido tratando de solucionar porque eran ellas las que en ocasiones desertaban de sus clases. Este año se les daría una atención especial, pero en su propio “alojamiento”.
Los cargos docentes están prácticamente cubiertos, faltando sólo profesores de Italiano y Contabilidad porque se incluye de primero a sexto de secundaria, toda la currícula, por lo tanto el panorama es muy bueno para el 2012. Los liberados salen con la misma acreditación que cualquier estudiante en el liceo, los papeles son los mismos que en cualquier liceo. “Lo que pasa es que es difícil la continuidad, y no están bien establecidas las redes para hacerle un seguimiento, un acompañamiento cuando sale en libertad, desde el trabajo y desde la educación. Esa persona, libre, lo primero que necesita es solventar su vida, y estar libre es difícil”. Gardella enfatizó que los docentes que ocupen los cargos tienen que tener la convicción de que la educación es una herramienta de reinserción social.


De Diario Crónicas.com.uy



Testimonios... (9)


Regional Norte Salto invita a la doble jornada por el “Día del Futuro”


La Regional Norte Salto de la Universidad de la República invita a participar de las dos próximas actividades enmarcadas en el “Día del Futuro”: el día jueves 22 de noviembre a las 16:30 horas en nuestra sede universitaria se desarrollará una videoconferencia sobre “Investigación, docencia y extensión de la UDELAR en desarrollo local/regional”, y el viernes 23 a las 9:30 horas en la Cárcel Departamental de Salto la actividad “¿De qué estamos hablando cuando decimos privación de libertad en Salto? Evolución de las acciones socioeducativas que se desarrollan en el departamento”.


Ambas instancias son abiertas a todo público, pero para la actividad a realizarse en la Cárcel Departamental se solicita inscribirse previamente.





Testimonios (8)


Prof. Sandra Gardella

"Un programa educativo especial que trata de no reproducir prácticas escolares tradicionales"


Policiales | 09 Dic.

Entre los distintos profesores que asistieron al cierre del año lectivo estuvieron Fernando Rocha, Sandra Gardella, y Jorge Buslón, quien además ejerce la dirección del Liceo Nº 6 de barrio Ceibal.

La profesora Sandra Gardella -Coordinadora de Proyecto Educativos Especiales- al hacer uso de la palabra destacó el apoyo que recibieron a lo largo del año del Liceo Nº 6 con el cual se estableció un buen equipo de trabajo aunque destacó que quedan algunas cosas a corregir para el año entrante.

Destacó el buen apoyo recibido el cual "demostró en las coordinaciones quincenales que se hacen con los profesores se trabajaron algunos temas con mayor profundidad que otros años", destacando la Prof. Gardella que "el equipo docente se va consolidando cada vez más".

En otro pasaje de sus manifestaciones la docente acentuó que este año "se logró incluir la materia de filosofía y todas las asignaturas fueron cubiertas a lo largo del año".

Subrayó que se trata de "un programa educativo especial al tratar de no reproducir prácticas escolares tradicionales y enfatizó que "los profesores de Biología e Historia trabajaron en forma conjunta con el taller de Astronomía en algunas oportunidades".

Por su parte el profesor Jorge Buslón director del Liceo Nº 6 destacó que
"Para nosotros como liceo de apoyo fue una experiencia nueva y desafiante. Si bien sabíamos que existía el programa, desconocíamos muchos puntos del mismo y recibimos un gran apoyo de la Prof. Sandra Gardella.

También tuvo palabras de agradecimiento para el cuerpo de docentes, "que son los verdaderos protagonistas para que el plan se pueda ejecutar" y así los internos recibir un derecho que tienen.

De Diario Cambio- Edición Digital






Testimonios (7)


Realizaron Jornadas sobre “Educación en contextos de encierro”

El pasado lunes 5 de julio de 2010 se llevaron adelante en el edificio central de la Regional Norte de la Universidad de la República las “1eras. Jornadas Regionales de Educación en contexto de encierro”. De dicha instancia participaron estudiantes, profesores, policías y personas vinculadas a la tarea de brindar educación a reclusos, tanto en los departamentos de Paysandú y Salto. Fueron organizadas por el Consejo de Enseñanza Secundaria, la Dirección Nacional de Cárceles, la Regional Norte y su Unidad de Apoyo a  la Enseñanza.

PRESENCIA DE LA EDUCACIÓN EN LAS CÁRCELES

Según indicó la profesora Sandra Gardella (coordinadora de Educación en Contextos de Encierro de Educación Secundaria) “actualmente la enseñanza secundaria está presente en 13 establecimientos carcelarios, de los cuales 6 son de Montevideo y 7 del interior”. La idea de esta actividad radica en “empezar a conocerse entre los actores y docentes de secundaria que dan clases en las cárceles y poder también empezar a estimular el registro y teorización de sus prácticas, ya que no hay nada hecho desde Secundaria sobre contextos de encierro”.

TEORÍA Y TRABAJO EN TALLERES

El desarrollo de las jornadas pautó que por la mañana el sociólogo Nicolás Trajtenberg disertara sobre “Reingreso, rehabilitación y disentimiento en Uruguay”. Se presentó una investigación local sobre “La humanización en los espacios de encierro” y se presentaron algunas pautas para el trabajo de la tarde. El trabajo en talleres simultáneos versó sobre algunas interrogantes: ”¿Estudiante-preso o preso-estudiante? ¿Son nuestras prácticas educativas en los contextos de encierro humanizantes? ¿Cómo incide el trabajo en los contextos de encierro en el docente como profesional y como persona? ¿Por qué trabajamos en contextos de encierro?”.

PLENARIO Y PUESTA EN COMÚN
Se destacan de las experiencias compartidas que “muchas de las cuestiones son llevadas adelante a pulmón y esfuerzo”. También se puede apreciar en la realidad tanto de Salto como de Paysandú que “los internos concurren a clases a aprender, comenzando como presos estudiantes, pero transformándose luego en estudiantes presos”. Se indicó que “existen casos puntuales de internos que salen de la cárcel y continúan su enseñanza  normal fuera de ella, reinsertándose en el sistema educativo casi sin problemas”. Fue común la afirmación de que “la labor docente es muy útil y es necesaria para crear hábitos y modales de relacionamiento no comunes en este tipo de recintos, observándose que el aula es un espacio de libertad”. Si bien existen dificultades y se observa la necesidad de equipos interdisciplinarios, se entiende como muy positiva la intervención educativa en estos contextos”.


REALIDAD SALTEÑA
En el ámbito de la Cárcel Departamental de Salto, según se indicó en las Jornadas, están inscriptos en lista de los cursos de enseñanza secundaria “entre 25 y 30 personas, de los que asisten regularmente entre 8 y 10, de los cuales 2 son policías”.

De Diario El Pueblo de Salto





Testimonios (6)


Educación en la cárcel…


La cárcel debe servir para la profilaxis del delito, dice la Constitución de la República. Pero además sus fines son la reeducación, para lograr la rehabilitación y así su posterior reinserción de las personas que son procesadas y deben cumplir una pena. Sin embargo, la realidad es otra. Muy otra. Los que hoy están presos, cometieron delitos por distintas circunstancias de la vida que los ha puesto en los lugares que muchos de ellos con el paso del tiempo eligieron estar. Sin embargo, hay otros que entienden que todo fue un accidente y que por eso, el devenir de situaciones los llevó al delito. Pero los tiempos han cambiado y no por casualidad, en la Cárcel de Salto hoy todos los reclusos tienen una oportunidad de poder acercarse a esos preceptos teóricos de que las cárceles debían tender a reeducar a las personas. Es que el recinto carcelario local es modelo en el país en este aspecto, ya que en el lugar se han educado decenas de reclusos y policías que participan en conjunto de los cursos que se dictan de primaria y secundaria, impartido por docentes pagos por la administración pública y que cumplen allí una función curricular más, como si se tratara de un liceo o de una escuela para adultos cualquiera.
Aunque todos coinciden que se trata de un lugar “especial”, donde hay respeto, responsabilidad y un relacionamiento humano diferente, en el que al estar allí todos se sienten aceptados y con la idea de querer superarse para salir adelante en la vida como premisa. Comparten el aula policías y reclusos, hombres y mujeres, profesores y estudiantes, porque ese es el trato, sin medias tintas, cuando se ingresa al aula todo funciona con normalidad. Donde educador y educando coinciden que la posibilidad de aprender todo el tiempo y de la capacidad de uno mismo de crecer en la vida, están siempre latentes. Se trata de la otra realidad de la cárcel, la que poco se muestra pero que sí existe, y que en el presente informe de EL PUEBLO pretende dar cuenta de lo que ocurre a diario detrás de las rejas, frente a un pupitre, con lápiz, goma e incluso pendrive.


¡A clase!
Los reclusos llegaron temprano, las clases de Física, Dibujo y de Inglés empezarían un rato más tarde en el aula que está ubicada en los fondos de la Cárcel Departamental.
Eran unos trece en total, entre hombres y mujeres. Ellas llegaron tomando mate y ellos ya estaban conversando entre sí, con el cuaderno debajo del brazo. “No es obligación venir, pero es un derecho que tienen a educarse”, comentó uno de los funcionarios que trabaja desde hace cinco años en ese lugar el agente Fernando Buslón que nos acompañó en la visita al lugar, junto a los agentes Alejandra Martínez y Paula Píriz.
Si bien el establecimiento penitenciario local alberga a unos 180 reclusos en promedio (y está construido para 80) los que concurren a clase son (según la lista oficial) 33 reclusos en total, a los que se les suman algunos agentes. Esto entre los que van a las clases de escuela y al liceo: 20 en Primaria y 13 en Secundaria. “Es que las cosas no son del todo fáciles. Hay algunos que se desmotivan. Otros que son alentados a abandonar por algunos de sus compañeros de pabellón, los que ejercen una mala influencia, pese a que nosotros cuando vemos estos casos así les advertimos que no lo hagan”, nos indicó Buslón.


AULAS: TODO PRONTO PARA APRENDER
El lugar que ocupan las aulas, hace un tiempo atrás iba a ser destinado a la construcción de otros pabellones, pero nunca se usó y se adecuó para las aulas. Tanto empresas locales, como Colegios Privados, instituciones educativas públicas y otras organizaciones sociales han colaborado con bancos, mesas, sillas, pizarrones, libros, reproductor de DVD. Hay dos aulas, una destinada a Secundaria y otra a Primaria. Son salas grandes, que permiten que se agrupen pupitres en distintos sentidos de la orientación, generándose espacios para el dictado de más de una clase a la vez. Hay una biblioteca con cerca de 2500 ejemplares (inventariados) y un baño. En clase no se puede fumar, pero pudimos apreciar el clásico termo y mate uruguayo. En las aulas del recinto “no hay clases sin guardia policial de custodia, que también cumplen con la parte administrativa”. El motivo de la presencia de la guardia es por la seguridad “de los civiles que concurren a dar clases, y que no solo son los docentes, porque hay personas que ofrecen cursos de reiki, corte y confección, peluquería, entre otros”. Cuando alguno de los internos está medio “revoltoso ocurre que sus mismos compañeros lo sacan para afuera y le hacen bajar la pelota al piso, y lo calman”.  Los policías de guardia no utilizan armas, es más, se la quitan de su canana. En la ocasión en la que EL PUEBLO estuvo en las aulas pudo apreciar como en su lugar una agente tenía un pendrive.


Reafirmación de la vocación docente
Los reclusos aprecian mucho a los docentes que vienen a darle una mano. El programa de estudio es diferente en la manera que se lo da, aunque el contenido es el mismo. El docente de cada materia arma fichas (unas 9 con sus guías) en las que se concentra todo el programa, que una vez culminado se dan pruebas con un examen final de la materia. El docente tiene que tener la habilidad de dar todo el programa en esas fichas, y otorgar las herramientas para que puedan continuar en el liceo o en la Facultad afuera. El programa está hecho para que en un tiempo reducido termine ciclo básico y bachillerato. A los docentes les paga Secundaria. Cuado hacen llamados de horas, hay horas “de cárcel”. Las clases van de marzo a diciembre de cada año, aunque algunos docentes siguen algunos días más para ayudar a los alumnos en la preparación de exámenes.


EL PERFIL DE LOS RECLUSOS HA CAMBIADO
El perfil del recluso ha cambiado últimamente: antes era gente que estaba por hurto, por rapiña, y ahora hay mucha gente que está por droga, que son “boqueros”, y este perfil complica en el momento de querer llegarle para que estudie, y aunque “agotamos todos los medios” es difícil la comunicación, nos dice un agente. En el caso de las mujeres recién se están integrando, ahora hay unas 4. Los alumnos que estudian y trabajan están en un pabellón aparte, en donde pueden compartir otros códigos y valores. Se levantan temprano y ya están afuera laburando (cortando el pasto, o haciendo block, o en el taller mecánico, o en la escuela).


LA PROFE DE INGLÉS
Susana Lucho es de la ciudad de Artigas, tiene 26 años recién cumplidos y es hija de un policía. Empezó muy joven en el ámbito educativo y nos dice que “es esto lo quiere para su vida, y no me arrepiento”. Dictar clases en la cárcel “se parece más a lo que quiero de mi profesión de docente, porque en Secundaria son 40 criaturas que no están ni ahí con el mundo, y acá hay mucho interés en la materia, y das muchísimo más de vos. Si puedo no me voy más”. Es una manera de ayudar a personas a querer cambiar y transformarse, “porque solo vienen los que quieren”.  Y esto “está muy bueno”, además no solo es la clase de Inglés, ya que converso mucho con los chiquilines. Actualmente hay varios alumnos que “son mayores que yo, pero que a veces se comportan como niños en clase”. Nunca ha tenido problemas por razones de su edad y sexo, “y eso que le doy confianza a los chiquilines, porque nos reímos, conversamos, pero siempre se mantiene el respeto. Además cuando tengo que levantar la voz y estar seria lo hago, porque ellos aceptan la disciplina, como se da en una aula de clase común y corriente”. Disfruta mucho participando de esta tarea, “que si bien puede tener contras, yo rescato mucho más lo favorable”.


EL PROFE DE DIBUJO
Julio Martínez, es el profesor de dibujo desde hace 26 años. Le gusta este tipo de contextos para trabajar, porque “reafirman mi vocación docente”. Al principio se sintió un poco mal anímicamente, por las cosas que le contaban respecto a la forma de vida que llevaban los reclusos. Se da mucho el diálogo más allá de la materia en sí, “porque más allá de los conocimientos y del estudio creo que hay necesidad de socializarse, y salir de la rutina de lío, de voy a esconder esto porque me lo sacan, y de esa especie de violencia que no es directa, pero si es psicológica”. Considera que el espacio que se da a través de las clases es muy importante para los reclusos. Lo más importante es la “socialización y el diálogo es fundamental”.


Recuperar la voz
La profesora Sandra Gardella es coordinadora de Educación en Contextos de Encierro de Educación Secundaria. La docente percibe que “es muy importante el dictado de clases en ese contexto porque, de alguna manera, se recupera como esa voz del excluido social”. No hay que olvidar que “esa persona (el preso) al llegar ahí en general viene de estratos sociales, que ya han sufrido muchas exclusiones, y a muchos de ellos los han echado del liceo, o han tenido que dejar de concurrir por problemas familiares o económicos, entonces en realidad ellos valoran mucho que nosotros nos preocupemos por ellos. Construyen una autoestima, la van mejorando”. En ese sentido “se logra mejorar un poco la situación del recluido, que no es  un preso estudiante sino un estudiante preso”.


ADAPTARSE AL ENCIERRO
“La modalidad de trabajo es otra, porque estamos trabajando con adultos, estamos trabajando en un contexto donde la inasistencia, por ejemplo,  no cumple el rol que cumple en el liceo común sino que es más flexible, pero eso no disminuye los contenidos. Se trata siempre de mantener un vínculo con el trabajo, para que el preso sienta que lo que está aprendiendo va a tener una utilidad en su vida presente, primero ahí adentro y después en su vida futura. Los liberados salen con la misma acreditación que cualquier chiquilín en el liceo, los papeles son los mismos que en cualquier liceo. Lo que pasa es que es difícil la continuidad, y no están bien establecidas las redes para hacerle un seguimiento, un acompañamiento cuando sale en libertad, desde el trabajo y desde la educación. Esa persona, libre, lo primero que necesita es solventar su vida, y estar libre es difícil”.
No hay formación específica para los docentes, son autodidactas. El trabajar en contexto de encierro para el docente, lo expone ante situaciones totalmente nuevas, inesperadas, pero cuando nos animamos a trabajar en cárceles, nos sorprendemos porque realmente vemos esa parte de lo humano que, sin desconocer que está ahí porque  justamente cometió una falta, tiene lo otro, o sea que todo ser humano tiene lo positivo”. Indicó Gardella que “tenemos la utopía de poder lograr una formación docente a nivel de post grado, dentro de enseñanza secundaria en un futuro que podamos concretar esta formación, porque además necesitamos también saber muchas cosas a nivel legal, porque no es lo mismo el rol docente en un contexto de encierro que de repente en un liceo común”. En este momento no estamos dando clases dentro de las celdas. Secundaria está presente en 13 establecimientos carcelarios, de los cuales 6 son de Montevideo y 7 del interior. El establecer ese límite de dar clases en un espacio diverso nos permite distinguir y expresar “voy a clase, y salgo. Ese afuera y adentro de la institución escolar, es importante, porque nosotros estamos adentro de la cárcel, entonces tener un espacio que ahí sea educativo eso es un logro”.
DE PRESO ESTUDIANTE A ESTUDIANTE PRESO

En ocasión de las “1eras. Jornadas Regionales de Educación en contexto de encierro” (realizadas en Salto, en el pasado mes de julio de 2010) los docentes que participaron destacaron que “en la realidad tanto de Salto como de Paysandú los internos concurren a clases a aprender , comenzando como presos estudiantes, pero transformándose luego en estudiantes presos”. Se indicó que “existen casos puntuales de internos que salen de la cárcel y continúan su enseñanza  normal fuera de ella, reinsertándose en el sistema educativo casi sin problemas”. Fue común la afirmación de que “la labor docente es muy útil y es necesaria para crear hábitos y modales de relacionamiento no comunes en este tipo de recintos, observándose que el aula es un espacio de libertad”. Si bien existen dificultades y se observa la necesidad de equipos interdisciplinarios, se entiende como muy positiva la intervención educativa en estos contextos”.
“Cuando salga voy a seguir estudiando”
Pudimos rescatar algunas de las anécdotas de los alumnos. Una vez “un interno, que estaba en un pabellón por problemas de conducta, lo encontramos tapado con una frazada leyendo debajo de ellas, porque era la única manera de que se olvidaran de él y conseguir tiempo para leer, porque tenía un deber de Matemática que terminar. También se puede comprobar que hay gente que le han dado la libertad, pero que ha regresado a estudiar, para poder salvar las materias y poder inscribirse afuera. Una historia “conmovedora” es la que nos contó un profesor, respecto de un recluso cuando su hija pequeña, en una visita, le trajo un dibujo a su padre en donde lo ubicaba detrás de las rejas, y eso “le  partió el alma y nos comentaba que le daba fuerzas para salir y trabajar de otra manera”. Finalmente el propio agente Buslón  Fernando, que estudia profesorado en el CERP, nos relató que “ha llegado a tener como alumno en 3º año de Ciclo Básico a un ex recluso que terminó primaria en la cárcel”. Según supimos de los alumnos que han pasado por la escuela o el liceo en el recinto carcelario, ninguno ha vuelto a reincidir y a volver a la cárcel.


LA LEGISLACIÓN APLICABLE
En agosto del año 2006 empezó a funcionar en un régimen de redención de pena, a través de la reglamentación de la ley humanización de cárceles (nº 17897). A partir de ahí empezó todo esto de las actividades, de los cursos, de los talleres, de los proyectos y plazas laborales. El artículo 13 de la ley 17897 expresa que “el Juez concederá la redención de pena por estudio a los condenados a pena privativa de libertad. A los procesados y condenados se les abonará un día de reclusión por dos días de estudio. Se computará como un día de estudio la dedicación a dicha actividad durante seis horas semanales, así sea en días diferentes. Para esos efectos, no se podrán computar más de seis horas diarias de estudio”. El decreto 225/06 y el 102/09  reglamentan esta situación estableciendo “el registro de los interesados, los criterios d

e selección, el cómputo de las horas, el control, la incidencia de las faltas disciplinarias, entre otros aspectos”.


De Diario El Pueblo de Salto