viernes, 30 de agosto de 2013

La impunidad sigue gozando de excelente salud...

... Tan longeva que casi, casi, parece (¿?) inmortal. Y proteica: capaz de asumir diversas fisonomías y actuar en los más diversos ámbitos. Aunque "los encierros" son sus espacios preferidos.

Hoy se conmemora en el mundo uno de sus escenarios más recientes y extendidos: la detención y desaparición forzada.














Para que el silencio sea síntoma exclusivo de esa infinita cobardía aún impune,  impregnemos este aire de ciertas voces que, seguramente, serán portadoras de las emociones que tanto se empeñaron en acallar:


 Escribir
sin dejar rastro.

Amar
sin dejar rastro.

Morir
sin dejar rastro.

      ****

Quisiera decirte
ni hambre tengo
Yo estoy aquí
ni frío tengo
El mundo gira
ni sueño tengo
La muerte se abre
Ni vida tengo

     ****

Qué hacer ahora
cuando la palabra
yace,
inerte lívida
extenuada
como vos
…y nosotros acá. (…)
Y nosotros acá
acribillados de palabras
lívidos inertes
furiosamente muertos.

       ****

Se muere cuando se vive en medio de tanta cosa
llena de tiempo vacío y yerto y sin sonido
(…)
todo es lo mismo pero nunca como antes
ay si yo pudiera atrapar esa hoja que cae
de un manotazo limpio y regalársela a un amigo
junto con el hechizo de mirar sintiendo
azote de vientos o las tres primeras gotas
resbalando hasta la boca mía cerrada y muda

      ****

Qué es esto que me acorrala
que me aprieta el pecho
y me revuelve el estómago
como verde helecho
qué es esto que me asusta.
De dónde salen estos espacios míos
que se sienten morir
como si estuviera en el centro único
de una campana de vacío
que estoy clavada no sé cómo
eje de vacío mío
que me muero en el vacío mío
por dios
qué es esto que me ahoga.

       ****

Al mundo vine sin saber cómo
al mundo crecí sin saber cómo
al mundo caí sin darme cuenta
al mundo vivo sin darme cuenta.
Hay caminos que van
y otros que vienen
cuáles son unos
cuáles los otros.
El mundo es mundo diría un tango
no entiendo de tangos
mi mundo es triste diría
mi mundo es gris de cielo diría.
Hay días lindos
y otros feos
cuáles son unos
cuáles son otros.
Cómo no tener esta hambruna que me agota
estas ganas de devorarlo todo ahora
y por sobre todas las cosas de devorarme
a mí misma, sí, de roer mis huesos
nada podría gustarme tanto como mis propios huesos (…).


       ****

Lo sé bien, porque entonces no soy más que una sombra
muda, distante a veces, cortante otras, y es
un tic tac, un visceral tic tac acrecentándose
y no hay cura ni gualicho en esa hora,
mala hora, me digo, y empieza febril, la búsqueda
en los desvencijados instantes de la razón,
y por un instante encuentro azules alamedas,
efímero momento, vana prestidigitación
de inexperiente aficionada al juego de tú y yo,
refistoleo inútil, quimérica manoteada
en medio de cien espejos negros infinitos
refractarios de cien imágenes gastadas,
y a veces se agigantan, y a veces son chiquitas
y otras, las más, me acogotan con sus tentáculos
o me enredan dulcemente, y yo me alegro y sufro,
ah malditos, me digo, malditos espejitos.

Y a  veces, peor, aún, me dejan sola.


      ****


Sólo el lacre acre de cien días y cien noches
o de los mil y un días y una noche
o de las mil y una noches y ni un día
simétricos deformes iguales redonditos
y yo en medio de tanto punto y línea, nada soy
y voy desparramando señales que ni se ven
poniendo avisos en letra negrita, que dicen
cosas, que ni yo entiendo, pero igual espero,
que por ahí alguien sepa deletrear misivas
o las claves de mis pocos vistosos letreros,
que ni yo entiendo,
y asimismo,
yo espero.


(1) Los poemas y datos biográficos han sido tomados del libro “Sin noticias de Margaret”, de Graciela Jorge y Silvana Monzillo. Cal y Canto, 2000. Otra fuente: “A todos ellos”, Libro-Informe de Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos-Desaparecidos, 2004.


Estos poemas o fragmentos de poemas, fueron escritos por Ada Margaret Burgueño, una uruguaya que tenía 24 años cuando se la llevaron de la casa de sus suegros, un 20 de agosto de 1977, en Argentina. El 19 habían detenido, en el cuartel donde hacía la conscripción, a Daniel Vattino, de 23 años, argentino. Tres días después se iban a casar. Ambos están desaparecidos.

Margaret nació en Minas. Integró grupos católicos con militancia social, hasta su mudanza a Montevideo en 1971. Era descendiente de Tomás Burgueño, militar uruguayo integrante de los “33 orientales”. En 1975 viajó a Buenos Aires. Trabajaba en una oficina. A partir de 1976, en las cartas a su familia menciona con asombro cómo, ella, tan introvertida, estaba queriendo cada vez más a ese muchacho, profesor de piano y estudiante de filosofía, con “ojos como niños jugando en la vereda”, que un día se le había acercado en el tren para confesarle que la observaba hacía tiempo y creía estar   enamorado. Sus padres reciben la noticia del secuestro en el aeropuerto, cuando llegan para el casamiento.
Margaret, al igual que su compañero Daniel, al igual que los más de doscientos uruguayos detenidos-desaparecidos, espera que nos ocupemos de su paso por el mundo. Sus cuerpos pudieron ser enterrados, desenterrados, triturados, cremados y sus cenizas esparcidas. Enterrar la verdad es más difícil.
Como Ibero Gutiérrez y tantos otros jóvenes, Margaret, además de tocar la guitarra y cantar,  escribía cuentos y poemas. Casi parece que mucho de lo que escribió fuese para hoy. Nos dice que aun sigue esperando, encerrada entre la muerte y el “descansa en paz”, o sea, en  la impunidad.

De: www.rubenolivera.com/general/derechos-humanos/yo-espero‎


El Profesor Gustavo Colman realizó el presente poema en homenaje a Horacio Gelós Bonilla:




Gelós sigue caminando

desnudito de frío

por la plaza

mientras su grito duerme

en esa esquina.

Arrastra su alma en el cemento.

Ya no hay migas de pan

para las palomas del olvido.

Saber

las respuestas

para

liberar su alma

para que se haga viento

y no decirlas

en tan cruel

como la atroz

miseria

de arrancar un pedazo

de su cuerpo

por no poder con su alma.



 Motivó la realización de la pieza literaria, la disconformidad del Profesor Colman sobre el tratamiento del caso Gelós en el ámbito político y específicamente por el gobierno de Tabaré Vázquez con respecto a la verdad acerca de los detenidos desaparecidos.

De: encuru.fhuce.edu.uy/index