Allí, bajo la cárcel, la fábrica del llanto,
el telar de la lágrima que no ha de ser estéril,
el casco de los odios y de las esperanzas,
fabrican, tejen, hunden.
De: Las
cárceles
Miguel Hernández
(España: 1910-1942)
Poeta peregrino de las cárceles en la Guerra Civil
Española. A los treintaiún años de edad muere a raíz de la tuberculosis adquirida
en aquellas mazmorras.
Te has despertado
¿Dónde estás?
En tu casa
Todavía no te has acostumbrado
a encontrarte en tu casa
al despertar
Es ésta una torpeza (una entre
tantas)
que trece años de cárcel te han
dejado.
¿Quién está acostada a tu lado?
No, no es la soledad
De: El despertar
Nazım Hikmet Ran
(Salónica: 1901 - 1963)
Poeta y dramaturgo turco, acusado de asociación ilegal
fue condenado a 28 años y 4 meses de prisión, de los que cumplió doce gracias a
una importante campaña internacional que pedía su liberación.
(...) “Mientras, a consecuencia de las leyes y de las costumbres, exista
una condenación social que cree artificialmente infiernos en plena
civilización, y enturbie con una fatalidad humana el destino, que es divino
(...) los libros de igual naturaleza que éste podrán no ser inútiles.” (...)
De: Los Miserables
De: Víctor Hugo
(Francia: 1802- 1885)
Si has perdido tu casa,
despistaremos a los guardianes de la cárcel
hasta dejarlos con su sombra y sin sus muros.
...
Si has perdido tus límites,
recorreremos el cruento laberinto
hasta alzar otra forma desde el fondo.
...
Solamente si has perdido tu pérdida,
cortaremos el hilo
para empezar de nuevo.
De: Si has perdido
De: Roberto Juarroz
(Argentina: 1925-1995)
(...) “La palabra es la única
compañía del castigado y es también su peor enemigo. A la bestia le basta con
comer, beber agua, dormir algunas horas. En cambio la palabra no cesa de
hostigar a la pobre bestia. En la palabra están los recuerdos, las ilusiones, las
preguntas incontestadas, lo que se hizo mal, lo que no se hizo y se debió haber
hecho. En la palabra está el ser humano. (...) Entonces la palabra vuelve a ser
la salvación, vuelve a crearlo todo: los pájaros cuyo nombre nunca conoció, una
puesta de sol en la infancia, los árboles y su sombra, una cancioncita trivial,
la leyenda de la Escuela Pitagórica sobre los números irracionales, un cuento
de Dino Buzzatti donde hay un rey, un gol que vio hacer a su jugador favorito.
Todo vuelve a ser, a existir por el poder del que, no teniendo nada, descubre
otra vez que posee la palabra, que es la que todo lo crea.” (...)
De: El lenguaje de la
soledad
Carlos Liscano
(Uruguay: 1949- )
Detenido
casi trece años por razones políticas durante la Dictadura cívico-militar.
Luego vivó casi once años en Suecia. Publicó cuentos, novelas, poesía y teatro.
Actualmente reside en Montevideo y escribe para el semanario Brecha y para El País; las Universidades europeas lo reclaman permanentemente como
conferencista y asesor.
Todos
saben bien que existen asilos de noche, mendigos, prostitutas,
"soplones", criminales y otros elementos de perturbación. Pero se
piensa ordinariamente en esto, como en algo lejano, existente en alguna parte,
fuera de la sociedad propiamente dicha. Entre la clase obrera y sus parias, hay
un muro y se piensa raramente en los miserables que se arrastran en el fango,
al otro lado del muro. Y, en verdad, ningún obrero está garantizado contra el
asilo, o el arenque podrido. Ahora, vigoroso todavía, honesto, trabajador, ¿qué
devendrá mañana si ya no es recibido en su trabajo porque habrá alcanzado el
fatal límite de edad o que su patrón lo declara inutilizable? ¿Qué será de esta
vida si mañana cae víctima de un accidente que hará de él un inválido, un
mendigo? Se dice: las gentes fracasadas en el asilo, no son en su mayor parte
más que débiles y malos elementos. Viejos con el espíritu débil, jóvenes
criminales, de atenuada responsabilidad. Es posible, pero los malos elementos
de las clases superiores no caen nunca en el asilo sino son enviados a los
sanatorios o al servicio de las colonias donde puedan satisfacer con toda
libertad sus perversos instintos en las personas de los negros y de las negras.
Ancianas reinas y grandes duquesas que devienen idiotas, pasan el resto de sus
días en palacios suntuosos rodeadas de una muchedumbre de respetuosos
servidores. Es así como se acaba la existencia reservada al proletario en la
sociedad capitalista. Apenas sale de la infancia, comienza como un obrero trabajador
y honesto en el infierno del servicio paciente y cotidiano en provecho del
capital. Por millones y decenas de millones la recolección de oro se aumenta en
las granjas de los capitalistas. Una ola de riquezas de más en más formidable
se vierte en los Bancos y las bolsas de valores. En tanto, los obreros en masas
grises y silenciosas atraviesan cada tarde las puertas de las usinas y de las
construcciones, coma las pasaron en las mañanas, miserables, vagabundos,
comerciantes eternos que llevan al mercado el solo bien que poseen: su propia
piel. Todos los años, millares de existencias proletarias, se desplazan así,
fuera de las condiciones de existencia normal de la clase obrera, hacia los
bajos fondos de la miseria. Se desplazan insensiblemente como un sedimento,
sobre el suelo de la sociedad, igual que las sustancias inútiles, de los que el
capital no puede sacar ya ningún provecho: igual que un montón de basura humana
que la sociedad barre despiadadamente con su escoba de fierro. El brazo de la
ley, el hambre y el frío proceden aquí a su entera comodidad. Y en fin de
cuentas, la sociedad burguesa tiende a sus parias la copa de veneno que hace
desaparecer.
De:
Navidad en el Asilo de Noche
Rosa Luxemburgo
( Polonia: 1871 – 1919)
Filósofa, política y revolucionaria que padeció varias
condenas de prisión.
(...)Yo no soy aquí
más que un grillo que no se rompe entre otros mil que no se han roto tampoco.
Yo no soy aquí más que una gota de sangre caliente en un montón de sangre
coagulada. Si meses antes era mi vida un beso de mi madre, y mi gloria mis
sueños de colegio; si era mi vida entonces el temor de no besarla nunca, y la
angustia, de haberlos perdido, ¿qué me importa? El desprecio con que acallo
estas angustias vale más que todas mis glorias pasadas. El orgullo con que
agito estas cadenas, valdrá más que todas mis glorias futuras; (...) ¿A qué
hablar de mí mismo, ahora que hablo de sufrimiento, si otros han sufrido más
que yo? Cuando otros lloran sangre, ¿qué derecho tengo yo para llorar lágrimas?
De: El presidio político
José Martí
(Cuba: 1853-1895)
Involucrado
ya a los dieciséis años en la lucha contra el dominio español, es juzgado y
condenado a trabajos forzados en prisión. El Presidio político recoge las
brutales experiencias allí sufridas.
Hay gente que mira al sol todos
los días
y se enorgullece.
"No valen mucho sus
rayos" -dicen.
Pero yo,
entonces,
por un rayito de sol amarillo,
reflejado sobre mi pared,
hubiera dado todo en el mundo.
De: Adolescente
Vladimir Maiacovski
(Rusia: 1893-1930)
Militante
del partido bolchevique en la Rusia prerrevolucionaria, detenido por primera
vez en 1907, apenas con 13 años, acusado de formar parte de la imprenta
clandestina del Partido. A causa de su edad, fue puesto en libertad bajo
vigilancia especial de la policía que le controla estrechamente y sigue sus
pasos por todo Moscú. Luego será detenido otras dos veces, la última de ellas
en 1909 por organizar una fuga de unas mujeres encarceladas, por lo que cumple
un año de prisión. Tenía sólo 17 años de edad.
En prisión entra en contacto con hombres vencidos y
humillados, pero que, al contrario de los campesinos, no se resignan con su
suerte y soportan la adversidad con un gesto de orgullo. Lee con desesperación,
de una forma indiscriminada, todos los libros que caen en su mano, los
permitidos y los que circulan clandestinamente entre los reclusos. Medita
largamente sobre el contenido de sus lecturas y saca de ellas conclusiones que
compara con su propia y peculiar manera de concebir la vida y con la situación
caótica de su país.
Ramón Mataojo fue el primer charrúa
llevado a Francia, en virtud del Decreto del 10.05.31 del gobierno de Fructuoso
Rivera. Por el mismo se donaba a Capitanes de Barcos de ultramar a los Charrúas
prisioneros. El nombre Ramón era común entre los charrúas, aún cuando puede
haberlo adoptado, voluntaria o compulsivamente, o ser el de quien lo apresó. El
apellido, sin duda, identifica el lugar donde fue hecho prisionero, es decir el
arroyo Mataojo Grande, una de las batidas dirigidas por el entonces
Presidente. Cuando fue embarcado se le rapó y se le impusieron
vestimentas de marino.
De El último charrúa (De Salsipuedes a la actualidad)
De: Rodolfo Martínez Barbosa
Según. El que sabe cómo fue es él...
-Sí. Pero la cárcel...
-Eso no es nada. Yo le digo porque sé... Feo es dormir con un muerto abajo la
almohada... Si usted mata pa defenderse el muerto se va... Si no, se queda...
La justicia es usted ¿no le parece?
-Eso sí... Pero...
Callaron un momento. Luego preguntó el viejito:
-¿Usted conoció algún caso?
-Sí. Me tocó a mí. Tuve preso y después salí... Y sí le digo que no me acuerdo
de la cara ni del nombre del muerto, no le miento...
Y tras un silencio:
-Bueno... Si las cosas no entraran y salieran de uno... ¡Dios nos libre!
De: Dos viejos
Juan José Morosoli
Uruguayo (1899-1957)
(...) “Desde que estoy aquí vivo en un sueño
del orden. Nadie critica mi conducta desmedida. Al contrario, entre los
presidiarios soy una persona encantadora, mi inteligencia es extraordinaria.
Soy una autoridad literaria, escribo las cartas de los vigilantes. Todo el
mundo me admira. Yo, que en el mundo de los justos era un mediocre, en el de
los injustos soy un verdadero genio moral, un intelectual de altos vuelos. No
hago nada por dinero, sino por alabanza y autoadmiración. Trabajo otra vez como
sastre. Ah, la vida espléndida del trabajo, mi alma es una aguja finísima,
vuela horas enteras, entra y sale por semanas, zumba como una abeja diligente.
Y en mi cabeza hay tan poco como adentro de una tumba, y las abejas zumban.”
(...)
De: El sastre
De: Robert Musil
(Autria: 1880-1942)
"El
capitalismo ha creado, desde que reina en forma absoluta, las condiciones que
permiten demasiado a menudo y trágicamente
la asimilación del pobre, del proletario y del deportado, asociados en
una comunidad de destino, despojados de su individualidad, sometidos, sujetos,
sin esperanza de dejar las prisiones en las que se pudren, como quien expía una falta mayor, un pecado
capital: el de salir a la luz, el de haber nacido"
De: Política
del Rebelde.
De: Michel Onfray.
El fuero para el gran ladrón, la cárcel para el que roba un pan.
Pablo Neruda
(chileno: 1904-1973)
Cada uno vive dos vidas: la que dejó y se prolonga en los
gemidos de las cárceles, en las celdas de tortura, a la que le tocó después,
como un traje nuevo en el reparto. Casi todos sienten que los pantalones
les quedan cortos, les aprieta el cuello de la camisa y las mangas son
demasiado anchas, pero está prohibido sangrar desnudo por las calles de las
ciudades adoptivas.
De: Extranjería, exilio y xenofobia
De: Cristina Peri Rossi
(Uruguay: 1941- )
Sólo esta libertad nos conceden
los dioses: someternos
a su dominio por propia voluntad.
Vale más así hacerlo,
porque sólo en la ilusión de libertad
la libertad existe.
De: Sólo esta libertad nos
conceden
Fernando
Pessoa
(Portugal:
1988-1935)
-¿Me
estás escuchando?
-Sí, pero no sé por qué esta noche no
hago más que pensar en otra cosa.
-¿En qué?
-En nada, no me puedo concentrar...
-Pero, vamos, comunicate un poco.
-Pienso en mi compañera.
-¿Cómo se llama?
-No viene al caso. Mirá, yo no te hablo
nunca de ella, pero pienso siempre en ella.
-¿Por qué no te escribe?
-¡Qué sabés si no me escribe! Yo te
puedo decir que recibo cartas de otro y son de ella. ¿O vos me revisás las
cosas a la hora del baño?
-Estás loco. Pero es que nunca me
mostraste carta de ella.
-Bueno, es que yo no quiero hablar
nunca de eso, pero no sé, ahora tenía ganas de comentarte una cosa... que
cuando empezaste a contar que la pantera la sigue a la arquitecta, sentí miedo.
-¿Qué es lo que te asustó?
-No me dio miedo por mí sino por mi
compañera.
De: El beso de la mujer araña
De: Manuel Puig
(Argentina: 1932-1990)
(...) “Estaban presos ahí los
monos, nada menos que ellos, mona y mono; bien, mono y mono […] Monos,
achimonos, estúpidos, viles e inocentes, con la inocencia de una puta de diez
años de edad. Tan estúpidos como para no darse cuenta que los monos eran ellos
y no nadie más, con todo y sus madres y sus hijos y los padres de sus padres.
Se sabían hechos para vigilar, espiar y mirar en derredor, con el fin de que
nadie pudiera salir de sus manos, ni de aquella ciudad y aquellas calles
multiplicadas por todas partes[…]”
De: El Apando
De: José Revueltas
(Méjico: 1914 - 1976)
Escritor
y guionista. Estuvo en prisión muchas veces por su
activismo político, desde siendo casi un niño (a los 14-15 años) y aún era
menor de edad cuando lo enviaron por primera vez a la cárcel de máxima
seguridad en ese entonces: las Islas Marías.
Participó en el Movimiento Ferrocarrilero en 1958, donde también lo apresaron.
En 1968 fue acusado de ser el "autor intelectual" del movimiento
estudiantil de México, que culminó con la Matanza de Tlatelolco, por lo cual lo apresaron
y enviaron a la cárcel de Lecumberri (El Palacio Negro), lugar desde el cual escribió
una de sus más refinadas novelas: El Apando. José Revueltas fue un
revolucionario a partir de sí mismo, pues practicó la que luego sería su
propuesta pedagógica más importante: la Autogestión Académica, producto de su
propia forma de estudiar la realidad mediante el conocimiento teórico que
proporciona la lectura. Para lo cual se salió de la escuela secundaria porque
iban muy lento y se dedicó, desde entonces, a visitar bibliotecas y adquirir
libros.
La justicia es como las serpientes:
sólo muerde a los descalzos.
Arnulfo Romero
(El Salvador: 1917-1980)
"Quiera Dios que nuestros gritos se escondan
bajo las almohadas de los que no saben,
de los que saben y callan, de los que no quieren saber."
De: Las cartas que no llegaron
De: Mauricio Rosencof
(Uruguay: 1933- )
Al
igual que tantos uruguayos, debió soportar el horror de la dictadura que
gobernó Uruguay entre 1973 y 1985. Pero Mauricio, por pertenecer a la dirección
del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros (MLN), ingresó antes en
prisión. Fue uno de los nueve rehenes de la dictadura. Soportó las torturas más
crueles, tanto físicas como psíquicas. Estuvo varios años enterrado en un pozo
de 2 metros x 1.
Un pirata es capturado por Alejandro Magno, quien le preguntó.
"¿Cómo osas molestar al mar"?
"¿Cómo osas tú molestar al mundo entero”? -replicó el pirata-.
Yo tengo un pequeño barco, por eso me llaman ladrón. Tú tienes toda una flota,
por eso te llaman emperador".
San Agustín
(...) “No bajaré la suave
pendiente que está al otro lado de las murallas, detrás de la puerta. He
preferido saltar. Sea como sea, estoy abajo, no muy lejos de la carretera.
Tengo que llegar hasta allí, no quiero que me recojan a dos pasos del muro.
..........Todavía están lejos el sitio y la tarde en que volveré a ver a
Rolande. Primero debo arrastrar hasta la carretera este bulto que no me deja
andar... dos veces, tres veces, intento apoyar el pie: el rayo se despierta, me
atraviesa la pierna.
..........Ya que los pies son inútiles, andaré con los codos y las rodillas. Me
arrastro veinte metros, tropiezo con la maleza, vuelvo a las piedras,
intentando orientarme.
..........Ha debido pasar otro siglo, no reconozco nada.” (...)
El astrágalo
Albertine Sarrazin
(Argel: 1937-1967)
Albertine Sarrazin fue hija ilegítima de un
médico militar y su empleada doméstica; el padre la adoptó luego sin confesar
su vinculación. A los diez años, la niña fue violada, hecho que determinó que
fuera internada en un reformatorio. Protagonizó desde entonces una vida
inquieta y aventurera que la condujo a la delincuencia y a la cárcel. En un
intento de fuga se rompió el astrágalo; un paseante la socorrió y con él –
Julién Sarrazin- contrajo matrimonio dos
años después. La obra compila las cartas que Albertine le escribió desde la
cárcel durante los años 1958 y 1959. Destrozada por el alcohol, murió en una clínica de Montpellier, cuando no
había cumplido aún los treinta años.
Todos los participantes se desarrollan
al generar y enriquecer la escuela como espacio social-educativo dentro de un
sistema “cerrado”, no solamente los reclusos, también los docentes, que se
comprometen y se responsabilizan socialmente con su acción pedagógica, se
replantean el tipo de ser humanos y de sociedad que se quiere, se obligan a
buscar estrategias didácticas en las que el conocimiento sea construido
socialmente, descubren que todos traemos dentro una utopía, movilizadora y
creadora, que todos deseamos un mundo más justo, más solidario, en donde
tengamos siempre presente la condición de “ser humanos”.
Francisco
José Scarfó
De: Educación pública de adultos en
las cárceles: garantía de un derecho humano
Bajo un gobierno que encarcele a alguien
injustamente, el sitio adecuado para una persona justa es también la cárcel.
Henry David Thoreau
(Estados Unidos: 1817-1862)
Escritor,
trascendentalista, y filósofo anarquista estadounidense famoso por Walden y su
tratado La desobediencia civil.
Thoreau fue
agrimensor, naturalista, conferenciante y fabricante de lápices. Además de uno
de los padres fundadores de la literatura norteamericana, hoy día se le
considera un pionero de la ecología y de la ética medioambientalista.
En 1846, Thoreau
se negó a pagar impuestos debido a su oposición a la guerra contra México y a
la esclavitud en Estados Unidos, por lo que fue condenado a prisión. De este
hecho nació su tratado La desobediencia civil, pionero al proponer algunas
ideas como el pacifismo y la no violencia que resurgirían con fuerza en el
altermundismo del siglo XX.
“Amorosa llavera de
innumerables llaves,
si
estuvieras aquí, si vieras, hasta
qué
hora son cuatro estas paredes.”
De: ¡Oh, las cuatro paredes de la celda!
César Vallejo
(Perú: 1892-1938)
El
domingo 1º de agosto de 1920 se inició con una procesión y se cerró con sangre:
varias personas protagonizaron desórdenes, y una importante tienda de la ciudad
fue incendiada. Por razones inexplicables, Vallejo se ve acusado de participar
en el atentado y se inicia una acción penal en su contra. En noviembre es detenido
en la Cárcel de Trujillo, en donde pasará 112 días de prisión hasta que lo
liberen bajo el régimen de libertad provisional. Años más tarde se referirá a
este hecho como el más traumático de su vida. En la cárcel escribió varios de
los poemas que aparecerán editados en 1922, en Trilce (Talleres
tipográficos de la Penitenciaría, Lima, 1922.)
La independencia siempre fue mi deseo;
la dependencia siempre fue mi destino.
Paul Verlaine
(Francia: 1844-1896)
Uno
de los mejores poetas del XIX. En una riña en plena calle, hiere de un tiro a Rimbaud y
es condenado a dos años de prisión. Allí elabora la base de un libro que no
terminará de escribir nunca: Carcelariamente; la crisis existencial sufrida durante ese período le inspiran
“Romanzas sin palabras”.
Si yo fuera descendiente de Hugo Capeto,
que salió de familia de carniceros,
a través del trapo, no me hubieran
hecho beber en aquel matadero *.
¿Entendéis bien el sentido?
Pero cuando la pena arbitraria
con trampas me impusieron,
¿era tiempo de que me callara?
¿Creéis que, bajo mi gorro,
no había tanta filosofía
como para decir: "Apelo"?
La había, os lo certifico,
aunque no me fío demasiado.
Cuando se me dijo, en presencia del notario:
"Seréis ahorcado", os aseguro
¿era tiempo de que me callara?
(* Alusión al suplicio del
agua, recordado por el poeta en otros lugares de su obra.)
De: Preguntas al clérigo del
postigo* *(El clérigo del postigo era el guardián de la puerta de prisión y
estaba a las órdenes del alcaide. Llevaba registro de cuantos delincuentes
entraban en la prisión; posiblemente, aconsejó a Villon que no apelara, pues
sería en vano.)
De: Francois Villon
(Francia: 1431-1464?)
François de Montcorbier, verdadero nombre del poeta,
inaugura, según la mayoría de los críticos,
la nómina de los malditos. Vino
al mundo en una familia pobre, aunque su protector, el clérigo Guillame de
Villon impulsará los estudios eclesiásticos de François. En agradecimiento a
él, a quien calificará de "más que un padre" el joven tomará su
nombre. Sus días de estudiante constituyen la gran incógnita de su biografía,
pero cabe suponer que fue entonces cuando empezó a frecuentar burdeles y
tabernas. Maestro en Artes por la Universidad de París y ya hecho a la vida
goliarda, alborotador y pendenciero, en una de sus frecuentes trifulcas dará
muerte a otro clérigo, Philippe Sermoise -según todos los indicios en defensa
propia-; en otra, recibirá una puñalada que le dejará el labio partido para el
resto de su azarosa vida. Luego, en compañía de otros, perpetran un atraco en
el Colegio de Navarra de París, de donde obtienen un botín de 1500 escudos de
oro. Delatado en la primavera
de 1457 por uno de sus compinches, Villon habrá de huir de la justicia
parisina, pero tiempo después es encarcelado y torturado reiteradamente en la
prisión de Meung-sur-Loire por sus vagabundeos con un grupo de actores,
profesión perseguida por la Iglesia en aquellos días. Liberado, volverá a dar
con sus huesos en la cárcel. El robo en el Colegio de Navarra aún no había sido
olvidado en París. Semanas después, tras jurar que devolverá el dinero, es
puesto en libertad. No pasará un mes antes de que sea condenado a la horca tras
ser reconocido en una pelea de taberna, en la que habrá varios heridos. Sin
embargo, se le conmutará la pena capital por el destierro. Nada se sabe de su
vida a partir de entonces.
No sé si las leyes son correctas
o si las leyes se equivocan
Todo lo que sabemos los que estamos en
prisión
es que el muro es grueso
que cada día es como un año
un año que tiene largos días.
Pero esto sí sé, que toda ley
que los hombres han hecho para el
Hombre
desde que el primer hombre tomó la
vida de su hermano
y el triste mundo comenzó,
no hacen sino paja el trigo y
preservan la escoria
con un malvado abanico.
Esto también sé, y bueno sería
si cada uno lo supiera
que toda prisión que los hombres hacen
se hace con ladrillos de vergüenza
y se cierra con barras para que Cristo
no vea
cómo los hombres mutilan a sus
hermanos.
De: Balada de la Cárcel de Reading
Oscar
Wilde.
(Irlanda:
1854 -1900)
En 1895, en la cima de su carrera, se convirtió en la
figura central del más sonado proceso judicial del siglo, que consiguió
escandalizar a la clase media de la Inglaterra victoriana . Wilde, que había
mantenido una íntima amistad con Lord Alfred Douglas (conocido como Bosie), fue
acusado por el padre de éste, el marqués de Queensberry, de sodomía. Se le
declaró culpable en el juicio, celebrado en 1895, y, condenado a dos años de
trabajos forzados, salió de la prisión arruinado material y espiritualmente. Su
peripecia en prisión fue descrita en dos obras: De Profundis, extensa carta
llena de resentimiento dirigida a Lord Alfred Douglas al final de su estancia
en prisión, y The Ballad of Reading Gaol, poema donde el ahorcamiento de un
compañero sirve como excusa para describir íntimos sentimientos sobre el mundo
carcelario.
El hombre se siente
encerrado
en la prisión de las
circunstancias y,
al mismo tiempo,
anhela interiormente la
libertad:
en esto consiste
el aspecto dilemático
de la condición humana.
María Zambrano
(España: 1904-1991)
(...) “como persona, como mujer
y como esposa, la mujer no tiene la menor posibilidad de desarrollar su
individualidad. Para su tarea de mujer y madre sólo le quedan las migajas que
la producción capitalista deja caer al suelo»
Clara Zetkin
(Alemania: 1857-1933)
Política
socialista de gran influencia y activa
combatiente a favor de los derechos de las mujeres, consiguió el derecho al
voto de la mujer alemana y que el 8 de marzo fuera considerado Día
Internacional de la Mujer. En su lucha contra la guerra, lanzó un llamamiento a
las mujeres socialistas y convocó a la III Conferencia Internacional que
sesionó en la ciudad suiza de Berna (marzo 1915), donde se reunieron 8 países
europeos. Durante ese encuentro, la guerra imperialista fue condenada con la
consigna “guerra a la guerra” y por ello fue encarcelada junto a Rosa
Luxemburgo. Al año siguiente se le prohibió hablar en público y fue excluida
del Partido Socialdemócrata Alemán. Una vez fuera de la cárcel, Clara junto a
otros disidentes opuestos a la guerra, fundaron la 'Liga Espartaco.