miércoles, 27 de febrero de 2013

Cuarta Sección: Otros cuerpos y ciertas médulas testimonian...







(...) Uno se va a morir,
mañana,
un año,
un mes sin pétalos dormidos;
disperso va a quedar bajo la tierra
y vendrán nuevos hombres
pidiendo panoramas.

Preguntarán qué fuimos,
quiénes con llamas puras les antecedieron,
a quiénes maldecir con el recuerdo.

Bien.
Eso hacemos:
custodiamos para ellos
el tiempo que nos toca” (...)

Roque Dalton
(En: Por qué escribimos)










El 20 de septiembre de 1840,  muerto el dictador Francia, 
el Presidente de la Junta Militar inmediatamente constituida, 
Manuel Antonio Ortiz, ordena:

“Los representantes de la República prevenimos a Ud. que inmediatamente al recibo de esta orden ponga
la persona del bandido José Artigas en seguras prisiones,
hasta otra disposición de este Gobierno Provisional y dará cuenta sin dilación de haberlo así cumplido firmando con testigos”.

Ello se cumple a rajatabla, con grilletes y todo,
a pesar de que el héroe tenía 76 años por entonces.













Sólo oímos el odioso chirriar de llaves carceleras
Y del soldado el pesado paso
.......................................
Mas la esperanza a lo lejos canta cierta...

De “Despedida”


Anna Ajmátova o Anna Andréyevna Gorenko
(Odessa- 1889-1966)


Su primer marido fue acusado de conspiración y fusilado. Más tarde, su hijo será también arrestado y deportado. Y su último marido moriría de agotamiento en un campo de concentración.
Los poemas de Anna se prohibieron, fue acusada de traición y deportada. Por temor a que fusilaran a su hijo quemó todos sus papeles personales. Al regresar a Leningrado en la década del 40, la persecución política continuó pero ella renunció al silencio y continuó escribiendo sus poemas, donde consignaba que en aquella Unión Soviética los únicos que estaban en paz eran los difuntos y que los vivos pasaban su vida yendo de un campo de concentración a otro.













"...he triunfado sobre la vida y sobre la muerte porque ya no deseo vivir y tampoco me asusta morir. No deseo nada. No espero nada. No temo nada. Y, en consecuencia, soy libre. No me condenáis por un asesinato sino porque estoy diciendo la verdad, y la verdad es salvaje y peligrosa".

De: Mujer en punto cero


Nawal al-Sa'dawi
(Egipto: 1932-   )

Escritora, médica siquiatra, feminista. En 1981, fue detenida y enviada a prisión junto con otr@s intelectuales bajo la dictadura de Anwar El Sadat.  La escritora conoció a la protagonista de Mujer en Punto Cero (una de sus tantas obras) en la cárcel de mujeres de Qanatir en Egipto: Firdaus estaba a punto de ser ejecutada por haber matado a un proxeneta y haberse negado a aceptar el indulto.
Entrevistada por decenas de medios, Nawal siempre sostiene: “Soy optimista. La esperanza es poder. Los optimistas hacen la Historia, no la gente que se desespera: quienes se desesperan no hacen nada. Cuando estuve en la cárcel, era muy optimista, estaba llena de esperanza, algo que nunca he perdido en mi vida y por eso he sobrevivido, porque la esperanza es poder. Tenemos que hacer nuestro trabajo como ciudadanos. La gente es pasiva, a algunos sólo les importa su carrera y se preguntan por qué deben sacrificarse por los demás. Los medios de comunicación y el sistema educativo ponen un velo sobre las mentes. Este el más grave, y por eso la gente se vuelve pasiva: no conocen al enemigo y no saben contra quién hay que luchar”.











Se nos confinaba desde las seis de la tarde a las seis de la mañana en una celda parecida a un nicho, cuyas paredes laterales uno podía tocar abriendo los brazos. Allí, mientras había luz, o sea hasta las nueve, me entretenía tomando notas de mis impresiones diarias y escribiendo cuanto se me ocurría.
De "Duelo de caballeros"


Ciro Alegría
(Perú: 1909-1967)

Se comprometió temprano en la lucha política como miembro de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA). Su militancia en la APRA le valdrían dos estancias en prisión (en 1931 y en 1933).






 Soledad de la reja sola
pena negra del crepúsculo.
Soledad de aldaba,
de cerrojo, de candado.
Pena azul de las madrugadas.
Soledad de campo
y ciudad lejos.
Pena blanca de la alborada.                             


Ana Amorós
(Uruguay: contemporánea)

El 20 de Julio de 1972, fue detenida por las Fuerzas Conjuntas, en su casa de la calle Ramón Márquez , más tarde procesada, salió a fines de 1976 por “gracia” al estar con una enfermedad a la columna que la Cruz Roja francesa consideró para la solicitud de su libertad. 








Por eso aquí entre rejas,
en diecinueve inviernos
perdí mis primaveras.
Preso desde mi infancia
y a muerte mi condena,
mis hojas van secando
su luz contra las piedras.

De Decidme cómo es un árbol

Marcos Ana
(seudónimo de Fernando Macarró Castillo)
(Salamanca: 1920- )

Poeta comprometido, preso 23 años en la cárcel por motivos políticos bajo el régimen fascista de Franco.








 El verano. Yo, dentro del morro, brinco de un lado a otro. Me asomo entre la reja y miro al puerto hirviendo. Y me pongo a gritar que me lancen de cabeza al mar. 
El verano. La fiebre del calor ha puesto de mala sangre a los carceleros que, molestos por mis gritos, entran a mi celda y me muelen a golpes. Pido a Dios que me conceda una prueba de su existencia mandándome la muerte. Pero dudo que me oiga. De estar Dios aquí se hubiera vuelto loco.
El verano. Las paredes de mi celda van cambiando de color, y de rosado pasan a rojo, y de rojo al rojo vino, y de rojo vino a negro brillante... el suelo empieza también a brillar como un espejo, y del techo se desprenden las primeras chispas. Solo dándole brincos me puedo sostener, pero en cuanto vuelvo a apoyar los pies siento que se me achicharran. Doy brincos. Doy brincos. Doy brincos.
 (…)
Pero las revoluciones no se hacen en las cárceles, si bien es cierto que generalmente allí es donde se engendran. Se necesita tanta acumulación de odio, tantos golpes de cimitarra y redobles de bofetadas, para al fin iniciar este interminable y ascendente proceso de derrumbe.

De
El mundo alucinante (fragmento)


Reinaldo Arenas
(Cuba: 1943-1990)
Opositor a l régimen de Batista y también al de Fidel Castro, por cuanto a pesar de haber colaborado con la revolución cubana, fue excluido y perseguido por su condición de homosexual.  Padeció tortura en la prisión de El Morro.





 La infamia que llevamos nosotros marcada sobre el hombro, es menor que la que hay en sus corazones,
miembros sin vigor de una sociedad gangrenada;
el mejor de ustedes no puede compararse conmigo. 
De: Papá Goriot

De: Honoré de Balzac
(Francia: 1799-1850)







 Spleen

Cuando el cielo, plomizo como una losa, oprime
Al gemebundo espíritu, presa de hastío inmenso,
y abarcando la curva total del horizonte
nos vuelca un día oscuro más triste que las noches;

Cuando en fría mazmorra la tierra se convierte,
Y la Esperanza como un siniestro murciélago
Va rozando los muros con sus tímidas alas,
Golpeándose la testa en los techos podridos;
(...)

Hay campanas que saltan, de repente, furiosas
Y hacia el cielo levantan un horrible alarido,
Cual si fuesen espíritus errantes y sin patria
Que gemir se entregaran incansablemente

Y fúnebres carrozas, sin tambores ni música,
cruzan con paso lento por mi alma; la Esperanza
Derrotada solloza y la Angustia despótica,
En mi cráneo vencido iza su negra enseña.

De Las Flores del Mal

Charles Baudelaire
(Francia: 1821-1867)
Comprometido por su participación en la revolución de 1848, la publicación de Las flores del mal, en 1857, acabó de desatar la violenta polémica gestada en torno a su persona. Los poemas Las flores del Mal fueron considerados «ofensas a la moral pública y las buenas costumbres» y su autor fue procesado.









“Hay cierta fantasía y mitología popular que nace del desconocimiento, de suposiciones acerca de lo que es una cárcel y cómo son los presos. Creo que en parte el trabajo (...) y la existencia de un libro colectivo, pueden servir para que los elementos más espurios y mentirosos de esas fantasías que provienen de la ignorancia, las series norteamericanas o las publicaciones sensacionalistas , se acaben. Y salgan a la luz aquellos aspectos que nos unen, para luchar juntos en la transformación de nosotros mismos y de lo que nos rodea. Que los muros de una cárcel no sean una frontera donde la solidaridad humana se interrumpa...”

         De: Paloma de contrabando  - 

De: Diana Bellessi
(Argentina: 1946)









Uno no siempre hace lo que quiere

uno no siempre puede

por eso estoy aquí

mirándote y echándote de menos
por eso es que no puedo despeinarte el jopo

ni ayudarte con la tabla del nueve

ni acribillarte a pelotazos

vos sabés que tuve que elegir otros juegos

y que los jugué en serio


De: Hombre Preso que mira a su hijo
De: Mario Benedetti    (Uruguay: 1920-   )










Sólo gracias a aquellos sin esperanza
nos es dada la esperanza

Walter Benjamín

(Berlín: 1892-1940)











Marie Farrar, nacida en abril,
muerta en la prisión de Meissen
madre soltera, sentenciada, quiere
mostrarles los sufrimientos de todas las criaturas.
Ustedes que dan a luz en limpias
camas de maternidad y llaman
"benditos" a sus vientres preñados quieran
no condenar a los débiles perdidos
pues sus pecados fueron duros y su dolor fue grande.
Por eso, les ruego, se abstengan de juzgar
Pues toda criatura necesita ayuda de todas las demás.

De: La infanticida Marie Farrar

Bertolt Bretch
(Baviera: 1898-1956)
Bertold Brecha, poeta y dramaturgo perseguido por su ideología,  huyó de los nazis a través de Praga y Suiza. Primero llegó a Dinamarca, donde tuvo su período literariamente más productivo. En 1941 llegó a Estados Unidos, donde seis años más tarde, en el marco de la caza de comunistas, tuvo que comparecer ante el Comité de Actividades Antinorteamericanas liderado por el senador Joseph MacCarthy. Poco tiempo después abandonó el país. 











"Al matarlo a él quería matar mi mala suerte".

Así explicaba María Luisa Bombal (autora de dos famosas y bellas novelas: La amortajada, La última niebla) su desesperada decisión  de descargar ocho balas sobre el fornido cuerpo de Eulogio Sánchez, ingeniero y acaudalado miliciano republicano, con quien había vivido un romance apasionado y posesivo ocho años antes (él era casado y no cumplió con las clásicas y falsas promesas de divorcio). En el momento que realizó el disparo, el 27 de enero de 1941, a la salida del Hotel Crillón de Santiago, María Luisa se encontraba en una situación emocional de despecho, pues su prometido, el médico argentino Carlos Magnani, la había dejado plantada para casarse con otra. Bombal, en un proceso extraño de desplazamiento, descargó su contenida agresividad contra el primer hombre que no le había correspondido. Sánchez no murió ni levantó cargos en su contra. Fue condenada y obligada luego al exilio en Estados Unidos.










(...) me bajaron a una celda amarillo-naranja, era un sábado por la tarde, desde la ventana de la celda veía pasar a la gente caminando ¡qué suerte tenían! al otro lado de la calle, había una tienda de discos, un altavoz lanzaba música hacia mí. todo parecía tan libre y cómodo allá fuera, me quedé allí intentando descubrir lo que había hecho, me daban ganas de llorar, pero no conseguí averiguar nada, era una especie de enfermedad triste, de tristeza enferma, en que llega un momento en que ya no puedes sentirte peor, creo que sabes lo que quiero decir, creo que todo el mundo siente esto de vez en cuando, pero yo lo he sentido muy a menudo, demasiado a menudo(...)

De: En la cárcel con el enemigo público Nº 1
  
De: Charles Bukowski
(Alemania: 1920-Estados Unidos:1994)








“El infierno de los vivos no es algo por venir; hay uno, el que ya existe aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Hay dos maneras de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de dejar de verlo. La segunda es riesgosa y exige atención y aprendizaje continuos: buscar y saber quién y qué, en medio del infierno, no es infierno y hacer que dure y dejarle espacio”.
De: Las ciudades Invisibles

De: Italo Calvino
(Cuba: 1923-1985)








(...) “Había leído que en la cárcel se concluía por perder la noción del tiempo. Pero no tenía mucho sentido para mí. No había comprendido hasta qué punto los días podían ser a la vez largos y cortos. Largos para vivirlos sin duda, pero tan distendidos que concluían por desbordar unos sobre los otros. Perdían el nombre. Las palabras ayer y mañana eran las únicas que conservaban un sentido para mí”(...)
De El extranjero

Albert Camus
(Argelia: 1913-1960)











(...) Hallen en ti más compasión las lágrimas del pobre, pero no más justicia, que las informaciones del rico. Procura descubrir la verdad por entre las promesas y dádivas del rico, como por entre los sollozos e importunidades del pobre. Cuando pudiere y debiere tener lugar la equidad, no cargues todo el rigor de la ley al delincuente, que no es mejor la fama del juez riguroso que la del compasivo. Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea con el peso de la dádiva, sino con el de la misericordia. Cuando te sucediere juzgar algún pleito de algún tu enemigo, aparta las mientes de tu injuria y ponlas en la verdad del caso. No te ciegue la pasión propia en la causa ajena, que los yerros que en ella hicieres, las más veces, serán sin remedio; y si le tuvieren, será a costa de tu crédito, y aun de tu hacienda. ... al que has de castigar con obras no trates mal con palabras, pues le basta al desdichado la pena del suplicio, sin la añadidura de las malas razones. Al culpado que cayere debajo de tu jurisdicción considérale hombre miserable, sujeto a las condiciones de la depravada naturaleza nuestra, y en todo cuanto fuere de tu parte, sin hacer agravio a la contraria, muéstratele piadoso y clemente, porque, aunque los atributos de Dios todos son iguales, más resplandece y campea a nuestro ver el de la misericordia que el de la justicia  (...)

Don Quijote de la Mancha (Cap. 42- Parte II)

Miguel de Cervantes Saavedra
(España:1547-1616) 
Miguel de Cervantes  vivió la experiencia de la prisión en varias oportunidades.  La primera ocurrió en Argel. Cuando regresó, se  estableció en Sevilla donde trabajó como cobrador de impuestos, empleo que le acarreará numerosos problemas y disputas puesto que era el encargado de ir recaudándolos casa por casa; con ellos  se solventaban  las guerras en las que estaba inmiscuida España.  A raíz de la quiebra del Banco donde depositaba la recaudación, fu e encarcelado en  1597, acusado de  apropiación de estos fondos. En la prisión «engendró» Don Quijote de la Mancha. Su tercera reclusión documentada fue muy breve, en Castro del Río .





 A fines de julio de 1831, tres meses después del reparto posterior a Salsipuedes, la documentación policial de la época muestra cómo muchas de las indias adultas se encuentran en las calles de Montevideo, abandonadas por sus dueños, en estado de miseria extrema, terminando frecuentemente en la cárcel pública, sin saber el Gobierno qué hacer con ellas (A.G.N. Mont. Fondo Juzgado Civil, 4to.Turno. Exp. 131).
“Las indígenas retenidas en la cárcel por no tener dueños son 26 y 6 párvulos de edades que van de los 16 meses a los 24 días, indicándonos esto último, el nacimiento reciente de algunos de ellos, luego del arribo a Montevideo”. Todas estas mujeres son mayores de 25 años, según se expresa, y en general se trata de personas de edad muy avanzada. Solo cinco de éstas son ladinas, es decir hablan el castellano (A.G.N. Mont. Fondo Juzgado Civil, 4to.Tumo. Exp.131).

De: El ocaso del mundo indígena y las formas de integración a la sociedad urbana montevideana.
De: Leonel Cabrera Pérez e  Isabel Barreto Messano (ICA – FHCE – UdelaR)







 Para Foucault, en la sociedad moderna, la burguesía y el capitalismo crearon extensiones de control a través de los ‘aparatos de encierro’, que son instituciones que describen la actividad a través del tiempo social. Desde la escuela a la fábrica, desde la cárcel al manicomio,  los ‘aparatos de encierro’ marcan las fases del tiempo social y, a la vez, definen y controlan al individuo por la posición que adopta en esos espacios de estancia reglada.
El pensamiento de Foucault, en un tiempo donde determinados ‘aparatos de encierro’ convencionales han perdido su protagonismo, permite hacer una excursión hacia un nuevo escenario, el de los medios de comunicación, en especial el de la televisión, que absorben y regulan el período de descanso y ocio, como nuevo ‘aparato de encierro’. Desde esta óptica, la televisión aparece como una extensión del sistema productivo y procreador y no tanto como un medio generador de conocimiento, diversión y entretenimiento, o, aun siendo así, subordinado a una función reglada de control. La televisión, pues, más que mostrar, permite ver, es un elemento más del sistema ‘panóptico’ que describe Foucault, por ejemplo, cuando teoriza acerca de la estructura funcional de los recintos carcelarios.

BDN- Infoamérica- Cátedra UNESCO Universidad de Málaga







  
"¡Ay! Como ves, sueño con un sillón, el campo y Nescafé. Son sueños modestos. El corazón cede un poco, necesitaría aire y tónicos. Pobrecita mía querida, tan valiente en esta horrible tempestad, tan sola en el fondo. En fin, te tengo presente todos lo segundos, ya lo sabes. Vivimos sobre el filo del cuchillo. No me fío de las tribulaciones francesas, no les queda ni un céntimo, ni un ejército, ni moral, ni industria, son unos chulos y unos degenerados que dan náuseas, pero siempre coincidirán todos en su espantoso desorden, maravillosamente de acuerdo para torturar y atormentar a unos desdichados como nosotros. Se imaginan así, con su salvaje estupidez, que encuentran y castigan a los responsables de todos sus males. [...] Lo mejor sería que me consideraran gran mutilado y nervioso, cosa que es verdad. Mil besos, queridita mía."

De: Cartas de la cárcel
De: Louis-Ferdinand Céline (Francia: 1894-1961)

Seudónimo de Louis-Ferdinand Destouches- Novelista francés, creador de una obra en gran parte autobiográfica que revolucionó la narrativa de entreguerras por su libertad y crudeza. Tras la Segunda Guerra Mundial es condenado in absencia, estando en Dinamarca, a pena de muerte por su colaboracionismo durante la ocupación nazi en Francia, pena que le sería condonada. Escapó a Alemania, condenado después a un año en prisión y declarado desgracia nacional; volvió a Francia en 1951, tras su perdón.






 “La causa de la prisión es por haber sacado a una muchacha de su casa, mas si esta fuera de familia respetable desearía lo peor para él porque yo también tengo familia. Pero la muchacha es hija de una mujer que ha pasado de mano en mano y por eso su hija sigue el mismo camino (...) En vista de esto, espero se sirva pedir a la autoridad política la suspensión de la prisión del arriba mencionado para que pueda conducirme los cueros  a Montevideo, pues espero de la amistad que se me dispensa la orden de excarcelación para Camacho. Puede estar persuadido que si mi recomendado mereciera ser castigado por ningún principio le molestaría al respecto, mas como a la distancia la información que ha llegado al Juzgado no ha sido completa y engañada la autoridad no hizo más que cumplir  con su deber, hoy le hago saber la clase de persona que es la mencionada, creo saldrá servido (...) se despide José Martínez”.

Fragmento extraído de carta que figura en  Expediente “Doña Jacinta Rodríguez contra Francisco Camacho por rapto de la menor Paulina Rodríguez”, Tacuarembó, Archivo Nº 86, 1865.

Publicado en “Delitos de amores crueles” (Las mujeres uruguayas frente a la justicia: 1865-1911) de Carlos María Domínguez (escritor y periodista argentino, radicado en Montevideo.)






 Los garbanzos de la cabeza del títere aún estaban manchados de sangre. Elvira deshizo el muñeco ante los ojos sorprendidos de su abuelo, que observaba desde el otro lado del pasillo. Alzó el guante. La guardiana pasó de largo, suponiendo que la joven divertía a su abuelo con un juego, y continuó recorriendo el pasillo con paso firme y las manos enlazadas en la espalda. Cuando la funcionaria estuvo suficientemente alejada de ella, Elvira sacó los garbanzos manchados de sangre y se señaló las rodillas.
La distancia y la penumbra impidieron que el anciano viera las heridas de su nieta, aún abiertas.
La guardiana se detiene en seco. Gira la cabeza. Endurece el gesto. Grita: ¡Elvira, atrás! Reanuda la marcha lentamente y se dirige hacia Elvira apretando los labios en un mohín disfrazado de sonrisa. Retuerce los dedos sin retirar las manos de la espalda y vuelve a gritar:
—¡Elvira, atrás!

De: La voz dormida

De: Dulce Chacón
(España: 1954-2003)

Nacida en el seno de una familia tradicional, aunque más tarde sus ideales izquierdistas la llevaron a intentar desempolvar los archivos de los horrores durante la época de Franco o a oponerse al destrozo en Irak.









La vida es una marcha hacia la cárcel.
La verdadera literatura
debe enseñar a escapar
o
a prometer la libertad.


Antón Chéjov
                                                     (Rusia: 1860-1904)










(...) “La ventaja de la vida en común es que se vive, se habla, se pertenece a una nueva sociedad, si es que a eso se le puede llamar sociedad. Hay tantas cosas que decir, que escuchar y que hacer, que no queda tiempo para pensar. Al comprobar cómo el tiempo se difumina y pasa a segundo término con relación a la vida cotidiana, pienso que una vez llegado a los duros casi debe olvidarse quién se ha sido, por qué se ha ido a parar allí y cómo, para pensar tan sólo en una cosa: evadirse. Me equivocaba, pues lo más absorbente e importante es, sobre todo, mantenerse con vida. ¿Dónde están la bofia, el jurado, la Audiencia, los magistrados, mi mujer, mi padre, mis amigos? Están todos aquí, muy vivos, cada uno ocupando su lugar en mi corazón, pero diríase que a causa de la fiebre dela marcha, del gran salto a lo desconocido, de esas nuevas amistades y de esos diferentes tratos, diríase que no tiene tanta importancia como antes. Pero eso no es más que una simple impresión. Cuando quiera, en el momento que mi cerebro se digne abrir el cajón que a cada uno le corresponde, están de nuevo todos presentes.”(...)
 
De: Papillon

Henri Charrière
(Francia:1906 - 1973)

Charrière era un integrante de los bajos fondos de París, condenado a trabajos forzados a perpetuidad el 26 de octubre de 1931 por el asesinato de un proxeneta, Roland le Petit. Tras una breve estancia como preso en Caen, es trasladado a la isla del Diablo, donde verdaderamente da comienzo a su extraordinaria historia.
Escribió esta novela autobiógrafica en 1969, establecido en Venezuela aunque siempre fue considerado prófugo por la justicia francesa.







  
Y cuando pienso en la patria / tan lejana, tan lejana, el dolor ahoga mis versos/ que se levantan por ella

De: En el exilio


De: Nguyen Chi Thien
                                                     (Vietnam: ¿?)
Pasó 23 años recluido por “tratar de desacreditar el régimen escribiendo poesía romántica”. Fue declarado por ello “ciudadano subdesarrollado” que debía ser reeducado.








"Si mis enemigos tienen rencor, yo tengo paciencia. El ánimo, que está fuera de la jurisdicción de cerraduras y candados, se destaca desde la tierra al cielo y va y viene descansando de jornadas inmensas.Un año y diez meses ha que se ejecutó mi prisión a 7 de diciembre, víspera de la Concepción de Nuestra Señora, a las diez y media de la noche. Fui traído en el rigor del invierno, y sin una camisa, de sesenta y un años, a este Convento Real de San Marcos de León, donde he estado todo este tiempo en rigurosísima prisión, enfermo con tres heridas, que con los fríos y la vecindad de un río que tengo a la cabecera, se me han cancerado, y por falta de cirujano, no sin piedad me las han visto cauterizar por mis propias manos, tan pobre, que de limosna me han abrigado y entretenido la vida. El horror de mis trabajos ha espantado a todos..."
De: una de las últimas cartas que escribió desde la prisión
Francisco de Quevedo (España: 1580-1645).

Poeta y narrador. A raíz de intereses monárquicos y de una lealtad no reconocida, padeció prisión varias veces y sufrió una miseria atroz.








(...) “Conforme también dejo dicho en otro lugar, todos los reclusos se encontraban en el penal como fuera de su centro; no era aquél su propio domicilio, sino una posada o una venta donde se hallaban de paso en una etapa de su viaje. Estos hombres desterrados por toda su vida, parecían unos, agitados; otros, abatidos; pero todos soñaban con algo imposible. Esta inquietud constante, que rara vez dejaban traslucir el ardor y la impaciencia de sus esperanzas, involuntariamente exteriorizadas, pero de tal manera absurdas que más bien parecían manifestaciones del delirio, daban un aspecto y un carácter tan extraordinarios a aquel lugar siniestro, que constituían, a no dudar, toda su originalidad.” (...)
De: Memorias de la casa muerta


Fiódor Dostoyevski

(Rusia: 1821-1881)

Narrador condenado a prisión por integrar un grupo de estudio de obras prohibidas por el zar. Luego de cumplir cinco años de trabajos  forzados en Siberia, debió  servir como soldado por otro lapso, como parte de la pena. Inauguró la tradición de la autobiografía carcelaria.








  
(...) “Un fenómeno nuevo se constata, el de la conexión entre el sistema punitivo y la institución militar. Esta última practica la tortura, al tiempo que se ha convertido en la única vía que permite a los pobres, esencialmente a los negros, evitar la cárcel.”(...)

De: Autobiografía

Ángela Davis
(Estados Unidos, 1944- )

Docente,  activista afromericana. Procesada en su país por asesinato y secuestro y absuelta posteriormente.







 Los Cielos cultivan una Justicia
acaso muy nítida en la eternidad
pero que aquí, en la Tierra, nos resulta incomprensible.
  
De: La Puerta de la Misericordia 
De: Tomás de Mattos
(Uruguay: 1947-   )










 "Hoy, jueves 14 de diciembre de 1780, hace 1400 días, 200 semanas y casi 46 meses que estamos separados. He recibido sesenta y ocho provisiones por quincenas y cien cartas tuyas, y esta es la que hace 114 de las mías. (...) Si me remonto a la época de mis desgracias, de vez en cuando me parece oír a estas siete u ocho pelucas empolvadas de blanco, con quienes estoy en deuda, uno volviendo de acostarse con una joven honesta a la que deshonró, otro de hacerlo con la mujer de su amigo, éste escapándose totalmente avergonzado de un callejón, pues le perjudicaría mucho que alguien descubriese lo que acaba de hacer, aquel de allá huyendo de un tugurio a menudo mucho más infame aún. Me parece verlos, repito, colmados de lujuria y de crímenes, sentándose ante los documentos de mi proceso, y a su jefe exclamando lleno de entusiasmo por el patriotismo y el amor a la ley: ¡Cómo! ¡Voto al diablo, colegas míos! ¿Este pequeño aborto que no es ni presidente ni magistrado en el tribunal de cuentas, ha querido gozar como un consejero de la cámara alta? ¿Este pequeño hidalgo campesino ha osado creer que le estaba permitido parecerse a nosotros? ¡Vamos! ¡Es el colmo! Sin tener armiño ni ribete, se le metió en la cabeza que había una naturaleza para él, del mismo modo que para nosotros, como si la naturaleza pudiese ser analizada, violada, por otros que no sean los intérpretes de sus leyes y como si pudieran haber otras leyes que no fueran las nuestras. ¡La cárcel, voto a bríos! ¡La cárcel, señores! No hay más que eso en el mundo, sí, seis o siete años en un cuarto cerrado para ese pequeño insolente... Sólo allí, señores, es donde se aprende a respetar las leyes de la sociedad, y el mejor de todos los remedios para quien se atreve a infringirlas es obligarle a maldecirlas.

De una de las cartas  desde la cárcel de Vincennes.

De: Donatien Alphonse François de Sade, más conocido por su título de Marqués de Sade  (Francia: 1740-1814)

Encarcelado en innumerables oportunidades por “excesos libertinos con consecuencias graves sobre la integridad física de sus víctimas”, en prisión comenzó a escribir.
Pero hay otro Sade: cara distinta de la misma moneda. Es el que señalaron, Jean Paul Sartre y Simone de Baeuvoir. Esta última, en su ensayo sobre Sade, nos ofrece esta visión:
"En la soledad de los calabozos, Sade tuvo también su noche ética parecida a la noche intelectual con que se envolvió Descartes. No logró el surgimiento de su evidencia, pero por lo menos discutió todas las respuestas demasiado fáciles. Lo que constituye el valor supremo de su testimonio es que nos inquieta. Nos obliga a plantearnos el problema esencial, que bajo otras apariencias obsesiona a nuestro tiempo: las verdaderas relaciones del hombre con el hombre" (Marqués de Sade. Filosofía en el tocador. Introducción. Edimat Libros, Madrid, 1988, Pp. 7-8)
No se trata de minimizar sus prácticas sexuales, ni de justificarlas. No se trata de creerlo santo. Se trata de ver al otro hombre. El hombre de pensamiento. El que analizó su tiempo y sus circunstancias. El hombre que abogó por la libertad, por el papel benefactor del Estado en la vida colectiva, por la verdad sin máscaras de ignorancia, miedo o superstición. El pensador que en forma nítida fue capaz de escribir: "El hombre que se somete realmente a las leyes de la naturaleza, no tiene necesidad de otras leyes. Y en caso de que las normas naturales no constituyan un freno para él, las demás normas no conseguirán resultados más satisfactorios" ( P. Sánchez Paredes. El Marqués de Sade, un Profeta en el Infierno. Ediciones Guadarrama, Madrid, 1974. P.125)

La actividad política y libertaria de Sade está marcada por la cárcel. Frente a cualquiera de sus desplantes ideológicos la respuesta del Estado era la prisión. Lo que más incomodaba a la monarquía francesa era que todo lo que narra Sade no fue invento de su imaginación desmesurada: todo eso lo hacían los grandes señores de la aristocracia francesa: lo hacían y lo ocultaban: La gran furia contra Sade se debía a que se había atrevido a destapar el cadáver. Muere en el manicomio.
Coherencia Cuántica Biológica . Galería De Biografías C. C. B. Neuralterapeuticum


















HEFESTOS: ¡Oh, qué miseria tan grande he de arrastrar con mi repugnante oficio!
FUERZA: Pero... ¿a qué vienen esos lamentos? Tu oficio no tiene culpa de nada.
HEFESTOS: Pues hubiera preferido que esta tarea le hubiese tocado a otro desempeñarla.
FUERZA: Todo oficio y toda tarea tienen su grado de molestia, pero lo que es imposible es mandar sobre los dioses, porque nadie, salvo Zeus, es libre.
HEFESTOS: ¡Lo sé, lo sé! ¡Eso es indiscutible!
FUERZA: ¿Entonces? ¡Qué esperas para encadenarlo! No vaya a ser que tu padre se percate de tus dudas ...
HEFESTOS: ¿Que no ves que ya le he sujetado las muñecas?
FUERZA: Sí, sí... pero eso no es suficiente. Amárralo bien, sujétalo a la roca, que quede inmovilizado. (...)
HEFESTOS: (Dirigiéndose a Prometeo) ¡Oh, Prometeo, no sabes cuánto lo siento!
FUERZA: Pero... ¿qué es lo que mis ojos ven? ¡Estás llorando por tu enemigo! No es posible. ¿Qué aún no te has percatado de la gravedad del delito de este infeliz? Oye, ándate con cuidado, no sea que algún día habrás de compadecerte de ti mismo.
HEFESTOS: Pero, ¡no te conmueves, Fuerza, ante este tétrico espectáculo!
FUERZA: ¿Habría de hacerlo? ¿Por qué? Anda, dime ¿por qué he de compadecerme? Tan sólo estoy presenciando el merecido y justo castigo de un delincuente. ¿O no?
De: Prometeo Encadenado
De: Esquilo
(Grecia: 525 – 456 a.C.)









(...) “Y pensaba que así como estábamos, tan lejos del mundo, sólo me quedaba vivir esa vida. Ella, así como era, era la mía. Desprovista de niños y cuentas y trabajo, no era, sin embargo, un paréntesis. Era vida de verdad, y los años que pasaban eran mis años, los únicos. No podía apostar al futuro. No podía pensar después voy a hacer esto o lo otro. No, la vida era esa, ahora puedo hacer esto o esto otro. Ahora es. La vida de afuera me pertenecía tanto como nos pertenece el deseo. La vida de afuera era la orilla de un sueño, una playa intocada.” (...)

De: Oblivion

De: Edda Fabbri
(Uruguay- 1949-)

Galardonada por Casa de las Américas con el Premio Testimonio, por su obra Oblivión, donde recompone experiencias vividas durante los períodos de prisión política que padeció en época de la Dictadura cívico-militar.










No soy enfermo. Me han recluido. Me consideran un incapaz. Quiénes son mis jueces…
Quiénes responderán por mí.
Hice conducta de poesía. Pagué por todo.

De: Todo lo que uno recibe es pasión


De: Jacobo Fijman
(Moldavia: 1898- Argentina: 1970)
    Poeta judeoargentino. Formó parte de la vanguardia literaria del grupo Martín Fierro, donde se vinculó con Jorge Luis Borges y Oliverio Girondo. En enero de 1921 vive un decisivo y confuso episodio frente a una comisaría de Buenos Aires, en donde es detenido y brutalmente golpeado; días después es internado en el Hospicio de las Mercedes, donde permanecerá seis meses (del 17 de enero al 26 de julio). Dentro del hospicio es sometido a castigos corporales y descargas de electroshock. En la década siguiente volvió a ser confinado en Villa Devoto, y el 2 de noviembre en el Instituto Neuropsiquiátrico José T. Borda, de donde no sería ya dado de alta.







 Sería preciso entonces suponer que la prisión, y de una manera general los castigos, no están destinados a suprimir las infracciones; sino más bien a distinguirlas, a distribuirlas, a utilizarlas; que tienden no tanto a volver dóciles a quienes están dispuestos a transgredir las leyes, sino que tienden a organizar la trasgresión de las leyes en una táctica general de sometimientos. La penalidad sería entonces una manera de administrar los ilegalismos, de trazar límites de tolerancia, de dar cierto campo de libertad a algunos, y a hacer presión sobre otros, de excluir a una parte y a hacer útil a otra; de neutralizar a estos, de sacar provecho de aquellos...

De: Vigilar y castigar
De: Michel Foucault
(Francia: 1926-1984)











(...) “La vida en un campo de concentración abría de par en par el alma humana y sacaba a la luz sus abismos. ¿Puede sorprender que en estas profundidades encontremos, una vez más, únicamente cualidades humanas que, en su naturaleza más íntima, eran una mezcla del bien y del mal?” (...)


De: El hombre en busca de sentido

De: Viktor Emil Frankl
(Austria: 1905-1997)

Neurólogo y psiquiatra austriaco, fundador de la Logoterapia. Sobrevivió desde 1942 hasta 1945 en varios campos de concentración nazis, incluidos Auschwitz y Dachau. A partir de esa experiencia, escribió el libro El hombre en busca de sentido.












En el mundo al revés, la libertad oprime:
la libertad del dinero exige
trabajadores presos de la cárcel del miedo,
que es la más cárcel de todas las cárceles.

De: Los derechos de los trabajadores


De: Eduardo Galeano
(Uruguay: 1940-    )


En 1973 el golpe militar tomó el poder y, debido a su involucramiento con corrientes marxistas (MLN-T), Galeano fue capturado y luego forzado a escapar. Se estableció en Argentina, donde fundó la revista cultural Crisis. En 1976, cuando la dictadura de Jorge Rafael Videla tomó el poder en Argentina mediante un golpe militar, su nombre fue agregado a la lista de aquellos condenados por los escuadrones de la muerte, razón por la cual se vio obligado a huir nuevamente, esta vez a España, donde escribió su famosa trilogía Memoria del fuego.















No cierren las puertas a los pobres;
porque los pobres, los apestados, los caídos en la vida,
 son como el mismo Jesús.

Madre Teresa de Calcuta
(Macedonia: 1910 - India: 1997)














“¿Cuándo su inclinación amorosa comenzó a desviarse? Quizás desde la primera caída, porque con frecuencia es forzoso dormir de a dos en una cama...Y un día en el curso de una larga condena por robo, fue a ella a quien avasalló el amor por otra joven también condenada a larga prisión, la cual atraída a su vez, por el físico de Adelaida correspondió sin reservas.”

De: Cárcel de mujeres.


De: María Carolina Geel (seudónimo de Georgina Silva Jiménez)
(Chile: 1913-1996)


         Por ocho años, Georgina había sido la amante de un famoso cronista deportivo chileno, Roberto Pumarino Valenzuela quien, al enviudar, decidía casarse con otra. La escritora no soportó la traición y en el salón de té del Hotel Crillón de Santiago le descerrajó cinco tiros a quemarropa. Según los testigos, la joven se abalanzó sobre Roberto moribundo, lo besó y dijo a viva voz: "Era lo que más amaba en la Tierra". Su amiga, Gabriela Mistral, intercedió por ella ante el Presidente de la República en estos términos: "Respetuosamente suplicamos a V.E. indulto cabal para María Carolina Geel que deseamos las mujeres hispanoamericanas. Será ésta una gracia inolvidable para todas nosotras". La respuesta fue: "Es de enorme magnitud lo que Gabriela Mistral ha realizado por Chile, por lo que sería incomprensible que el Presidente de la República no escuchase una súplica nacida del corazón de nuestra gran escritora. Considere, pues, desde ya indultada a María Carolina Geel. Con la cordialidad y admiración de siempre le saluda su amigo y Presidente, para quien ha sido gratísimo el poder aceptar esta petición tan humana y emotiva".













“Nos daban papel para hacer bolsas. Fue en ese papel café que escribí el inicio del libro. No creí que fuera a ser leído. Pensé que yo nunca iba a salir de la cárcel. Escribí con sinceridad, con fuego y furia, y con mucha más libertad porque estaba seguro de que el libro jamás sería leído. Un día fuimos de la prisión a la corte. Cuando volví a mi celda el manuscrito había desaparecido. El director de la prisión me mandó llamar. Me castigó: tres días en confinamiento solitario a pan y agua por haber utilizado un papel que "no estaba destinado a obras maestras de la literatura". El despojo del director me hizo sentir menospreciado. Ordené unos cuadernos en la cafetería, me metí a la cama, me sumergí bajo las mantas y traté de recordar, palabra por palabra, las cincuenta cuartillas que había escrito. Creo que lo logré.”


Jean Genet
(Francia: 1910-1986)

Niño abandonado al año, convivió con varias familias. A pesar de haber sido un alumno aventajado, a los diez años era ya un ladrón consumado; por ello pasó su juventud en distintas prisiones; en realidad, casi toda su vida transcurrió en situación de prisionero. Nada perturbó su capacidad creativa.













“(...) ese complejo enorme de cosas que se suceden mecánicamente, día tras días, mes tras mes, año tras años, siempre iguales, siempre con el mismo ritmo, como los granitos de arena de una clepsidra gigantesca (...)  No puedo estar sin ti. Eres una parte de mí mismo y siento que no puedo estar lejos de mí mismo. Estoy como suspendido en el aire, como alejado de la realidad. Pienso siempre, con infinita emoción, en el tiempo que hemos pasado juntos, en aquella intimidad, en aquella tan grande expansión de nosotros mismos...”
De: Cartas desde la Cárcel (a su mujer Julia Schucht)


De: Antonio Gramsci
(Italia: 1891-1937)

Su juventud está marcada por un claro compromiso político, que le lleva a militar en el partido socialista (1914) y a trabajar en el diario Avanti!. En Italia, se opuso al movimiento fascista de Mussolini, que, a pesar de su inmunidad parlamentaria -Gramsci era diputado por Venecia- le detuvo y confinó en la isla de Ustica. Aquejado por la mala salud que acompañó su existencia, en 1934 fue puesto en libertad condicional y murió en Roma (1937) poco después de cumplir condena. Durante los años de confinamiento escribió Quaderni del Carcere [Cuadernos de prisión], en los que se recoge el núcleo central de su pensamiento. Más allá de la idea de dominio o control mediante el empleo de mecanismos represivos, advierte que son las soluciones culturales (sistema educativo, instituciones culturales y religiosas, medios de comunicación...) las que socializan en unos valores, los propios del ‘bloque histórico’ que alcanza la posición de dominio, al tiempo que esterilizan a la sociedad civil en su capacidad de respuesta crítica. Esta atenuación dialéctica, operada desde la superestructura del sistema, instala pautas de consenso, de aceptación lógica, de subordinación, consentimiento y pasividad. Gramsci, que define una filosofía de la acción –filosofía, política e historia aparecen unidas-, cree en la capacidad de intervención de los ‘intelectuales orgánicos’, que expresan el sentimiento silenciado u oculto de la sociedad a la que pertenecen; esto es, son exponentes de las clases subordinadas.









  
Calendario
 
está llena de rayas.
la pared.
rayas verticales.
 
cada raya es un día.
un día que ha pasado.
que he pasado preso.
 
por las mañanas,
lo primero que hago
al levantarme de la piltra
es acercarme a esa pared
y preguntarle:
 
¿a qué día estamos hoy?

 De: Sparrings

David González  
(España: 1964-   )

David González es poeta y narrador. Dirige, desde los años noventa, la colección de poesía Zigurat, editada por el Ateneo Obrero de Gijón. Su producción literaria se entronca con la poesía de la conciencia.
La niñez y juventud de David González está marcada por la experiencia de la vida en la calle de barriadas obreras. En su primera juventud, participa en un atraco por el que es condenado a prisión. Allí, la poesía le sirve al autor para mantenerse a flote de la experiencia de la reclusión.







“En este muro los mataban, disparándoles, ¿ven los agujeros de los impactos de bala? Un poco más allá, los ponían a todos desnudos y los regaban con una manguera; aquí les arrancaban las uñas… Trataban mejor a los caballos. Mi amiga era hugonota, pero se hizo comunista y sindicalista. Era blanca, de buena familia, con un novio negro, vivían juntos, y él tenía que fingir que era su sirviente. Cuando la encarcelaron, sólo podíamos traerle mantas, nunca comida. Yo decía que era su hermana, porque únicamente se permitían visitas de familiares. La pobre… abandonó su vida burguesa por primera vez para entrar en prisión...”

Nadine Gordimer (Sudáfrica: 1923-   )
  Premio Nóbel de Literatura 1991,
simboliza como pocas personas el compromiso contra el apartheid, tal cual testimonian las palabras de su texto. Su obra ha reflejado las consecuencias psicológicas que produce en la gente una sociedad dividida racialmente.





































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